¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

18°
25 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Primero la verdad... y que descanse en paz

Jueves, 19 de octubre de 2017 00:00

El hallazgo del cuerpo en el Río Chubut, que todo indica será finalmente confirmado como el de Santiago Maldonado, comenzó a cerrar uno de los capítulos más dolorosos y controvertidos de la historia contemporánea. Con el auxilio de perros entrenados, de bomberos especializados y buzos tácticos de la Prefectura, tras la decisión del flamante juez de la causa, Gustavo Lleral, finalmente se llegó prácticamente a la confirmación de la sospecha original del juez anterior que había sido apartado de la causa, Guido Otranto, quien creía que el artesano y tatuador, se habría ahogado.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

El hallazgo del cuerpo en el Río Chubut, que todo indica será finalmente confirmado como el de Santiago Maldonado, comenzó a cerrar uno de los capítulos más dolorosos y controvertidos de la historia contemporánea. Con el auxilio de perros entrenados, de bomberos especializados y buzos tácticos de la Prefectura, tras la decisión del flamante juez de la causa, Gustavo Lleral, finalmente se llegó prácticamente a la confirmación de la sospecha original del juez anterior que había sido apartado de la causa, Guido Otranto, quien creía que el artesano y tatuador, se habría ahogado.

Tras el macabro hallazgo, se clausuraron las especulaciones, acerca de su viaje al exterior, de su estadía en algún pequeño pueblo del sur, las versiones de aquel matrimonio que lo trasladó en su motorhome hasta Ushuaia. Y se abrió otro capítulo signado por intereses de todo tipo: desde los más nobles y justificados, de la propia familia, para saber qué pasó, cuándo y cómo, y sobre todo por qué; hasta los intereses más despreciables, aquellos que a cuatro días de una elección pretenden utilizar el dolor con la bajeza clásica de quien pretende sumar un voto pisoteando el drama del momento. Para el gobierno, es sin duda, una situación complicada. A pesar de haber ofrecido todo el apoyo y la estructura oficial necesaria para contribuir a la búsqueda del artesano, debe enfrentar los dichos de fuertes personajes de su seno como Elisa Carrió, para quien cierto porcentaje de posibilidades le daban un Maldonado viviendo en Chile, o de la propia ministra de Seguridad, quien puso las manos al fuego por sus fuerzas de seguridad, con el incierto riesgo de quemárselas y con ellas su propio cargo. En su defensa ya dijeron que a Maldonado lo encontró el gobierno, distinto al caso de Julio López, al que ni siquiera buscaron. Pero igual, no alcanza.

La izquierda clásica encontró un filón que inmediatamente se lanzó a explotar con una obvia manifestación a Plaza de Mayo, exigiendo renuncias y repartiendo culpas por todos lados. Las agrupaciones de derechos humanos, más prudentes, se apartaron de ese llamado y decidieron un compás de espera hasta tanto la familia del muerto decida un curso de acción. El resto del arco político, temeroso de meter la pata, tratará de zafar con declaraciones de compromiso hasta el lunes, buscando evitar un error que le reste simpatías para el domingo. Como buena demostración de reflejos rápidos y respeto, Cambiemos, los renovadores y CEFK, anunciaron la suspensión de todos los actos de cierre de campaña. Algunos mapuches y muchos supuestos mapuches parecen creer que su accionar tendrá desde ahora una bandera más real que cobije sus reivindicaciones, (muchas de las cuales tienen justificaciones razonables pero muchas más asoman tan absurdas y escuálidas como la vigencia del anarquismo que pregonan desde la RAM). Como se ve, intereses más intereses, conveniencias, ventajas, la permanente egoísta disputa entre costo/beneficio.

Que la Justicia trabaje. Tranquila, con seriedad. Con los peritos, los especialistas, los capacitados. Que se sepa si se ahogó, si lo mataron, si lo "plantaron" en el río. Si hubo responsabilidades de fuerzas de seguridad, irresponsabilidades en la represión, indolencia en las investigaciones. Demoras o falta de idoneidad. Pero que se sepa todo lo que haya que saber. Y que se cumpla el objetivo final: que la verdad deje afuera a todos los malintencionados y aprovechadores. Que la familia tenga su duelo, y sobre todo, que ese muchacho pintón, sencillo, de mirada límpida, y de rastas largas y barba tupida, amante y defensor de todas las causas que consideraba altruistas, pueda descansar en paz. Es el mismo deseo que desde toda sociedad se espera para la memoria del fiscal Alberto Nisman, y que deberá al alcanzar también a nuestro carrocero jujeño Sebastián Puca, que a más de un mes de su trágica muerte, todas las informaciones que se va conociendo parecen deformaciones, y todas las aclaraciones que se producen lejos de aclarar, oscurecen.

 

 

Temas de la nota