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Fernando Pereyra está tan indignado como preocupado: compró unas milanesas en una pollería y su mamá se descompuso tras comerlas. Cuando revisó las que quedaban hizo un descubrimiento que lo dejó indignado. “Son de plástico”, alertó en un video que subió a YouTube en el que “disecciona” el producto comprado en un comercio de comida de Neuquén. “Ojo con lo que compran”, advirtió y denunció: “Voy a hacer una denuncia en Bromatología o donde corresponda. Esto es una falta de respeto, un envenenamiento”.
“No sabemos de qué están hechas estas milanesas y por eso necesito que vaya alguien del Municipio, porque no quiero que alguien más pase por lo que pasó mi mamá”, le dijo al diario La Mañana de Neuquén.
Sin embargo, Fernando no se quedó con las denuncias que hizo en las redes y los medios. Volvió a la pollería y compró de nuevo milanesas de pollo: “Necesitaba saber si eso que nos vendieron fue algo aislado o a todos les venden lo mismo y pude comprobar lo último, a todos les venden lo mismo. Juegan con la salud de la gente”.
Pero el local lo defraudó nuevamente: “Volvieron a venderme las mismas milanesas que cuando les sacás el empanado no sabés de qué están hechas. Algunos amigos suponen que es algún tipo de plástico y otros me dijeron que es posible que sea pollo viejo que se venció y que en lugar de tirarlo lo congelaron y después lo fetearon como hacen con los fiambres”, explicó.