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25 de Abril,  Jujuy, Argentina
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Muestra de Gaby Herbstein sobre Jujuy se disfrutará en Buenos Aires

Inspirada en los ritos que se celebran en la zona norte del país, las fotografías de “La Diablada” retratan la cultura del disfraz de diablo: trajes artesanales que se confeccionan para la celebración del carnaval.

Lunes, 09 de octubre de 2017 19:48

La instalación de fotografías lucirá en La Plaza del Centro, del Centro Cultural Kirchner, a partir del 13 de octubre y podrá visitarse de miércoles a domingos y feriados, de 13 a 20. La muestra es gratuita y para visitarla no se requiere reserva de entradas.

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La instalación de fotografías lucirá en La Plaza del Centro, del Centro Cultural Kirchner, a partir del 13 de octubre y podrá visitarse de miércoles a domingos y feriados, de 13 a 20. La muestra es gratuita y para visitarla no se requiere reserva de entradas.

Acerca de las fotografías

A principios del 2017, Gaby Herbstein realizó varios viajes a la provincia de Jujuy. Visitó ciudades y pueblos, para experimentar y registrar la ceremonia tradicional de La Diablada: un acontecimiento único, resignificación andina de tradiciones hispánicas como el carnaval y los autos sacramentales. La muestra que ahora se da a conocer es el resultado de un largo proceso de selección, reflexión y elaboración.

Se exhiben cincuenta y seis obras de gran formato impresas sobre papel Fine Art, que permanecerán suspendidas en la Plaza del Centro del CCK, con innovadora puesta y música original de Gaby Goldman. Los dorsos de las imágenes estarán cubiertos por afiches con reflexiones y viñetas referentes a la cosmovisión andina que da sentido de la celebración.

Acerca de Gaby Herbstein

Fotógrafa y artista visual nacida en Buenos Aires, Argentina en 1969. Con veintitrés años de carrera, Gaby Herbstein ha trabajado y participado en exhibiciones individuales y colectivas en Argentina, México, Brasil, Chile, Perú, Estados Unidos, Rusia, China y Japón. Su trabajo apareció en importantes publicaciones (Harper’s Bazaar, Elle, Vogue Latinoamérica, Cosmopolitan, Marie Claire, Novum World of Graphic Design, International Designers Network y Diario Rheinsprung, entre otras).

Ha sido galardonada con el Premio Clover, otorgado por Swarovski; Mejor libro del año de la Cámara Argentina de Publicaciones por Aves del paraíso; Premio de la Fundación Huésped (por contribuir a la toma de conciencia sobre la prevención de la propagación del virus HIV); Medalla de Oro en la categoría Fine Art (People); Medalla de Plata en la categoría Libros Fine Art, en los premios Prix de la Photograhie Paris 2015; premio de Latin American Photography and Illustration (2016), Phi de la serie “Divina Belleza”; premio a Mujer Creativa 2017 otorgado por el Circulo de Mujeres Creativas y la Universidad de Palermo. También ganó el premio de Latin American Photography and Illustration (2017) por el proyecto La Diablada.

Entre las instituciones que exhibieron su obra figuran: Darwin Museum de Moscú, Broward Center of Performing Art de Miami, Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires,  Centro Cultural Borges, Centro Cultural Recoleta, Palais de Glace, Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori, Museo Metropolitano de Buenos Aires, y IDB Staff Association Art Gallery, de Washington.  

Del texto curatorial

Por Florencio Nocetti

"Muchos diablos pueblan las cosmologías andinas. Los hablantes del quechua invocan asustados a Supay, el señor del inframundo. Mientras que la cosmovisión Aymara reserva una posición prominente para Anchanchu, un terrible demonio que acecha en las cavernas y gargantas. Y entre los pueblos Uru, el poderoso Tiw es a un tiempo temido y reverenciado como protector de las profundidades más oscuras.

Sin embargo, a diferencia de sus contrapartes del Viejo Mundo, éstos demonios no son objeto de repudio entre los nativos de los Andes. Son considerados fuerzas avasalladoras, sí, pero no necesariamente adversas. La combinación apropiada de sacrificios, fetiches, disfraces y rituales es considerada capaz de canalizar el poder de los demonios de un modo que acabe beneficiando ciertamente a los involucrados en las ceremonias de invocación.

En Jujuy, como en muchas otras áreas de la región andina, éstas ceremonias han engendrado una estética elaborada, que combina motivos foráneos y domésticos, antiguos y modernos, sagrados y profanos en el sincretismo de sus danzas, disfraces, accesorios y procesiones. Pero en Jujuy, como en ningún otro sitio, una poética notable ha florecido también. Allí, no queriendo ser meros espectadores de imágenes prefabricadas, los miembros de las comunidades locales se involucran intensamente en la producción de todos y cada uno de los elementos relacionados con los rituales que llevan a cabo. Sus vidas enteras giran en torno a esta práctica única y continua, cuyos resultados se exhiben sólo una vez al año, durante la Diablada”.

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