El responsable del programa "Defensoría Móvil", Daniel Longobardo, denunció al defensor adjunto Pablo Zurueta por supuestas amenazas de cesarlo en sus funciones como empleado del organismo, en el cual presta servicios desde hace doce años. La situación fue puesta en conocimiento del titular de la institución, Javier de Bedia, a quien el denunciante le describió por escrito los hechos que se vienen produciendo desde principios de año, cuando se lo designara como encargado del área itinerante de la institución.
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El responsable del programa "Defensoría Móvil", Daniel Longobardo, denunció al defensor adjunto Pablo Zurueta por supuestas amenazas de cesarlo en sus funciones como empleado del organismo, en el cual presta servicios desde hace doce años. La situación fue puesta en conocimiento del titular de la institución, Javier de Bedia, a quien el denunciante le describió por escrito los hechos que se vienen produciendo desde principios de año, cuando se lo designara como encargado del área itinerante de la institución.
"Desde que tengo esa tarea a mi cargo, he notado que el defensor adjunto 1§ obstaculiza el normal y correcto desempeño de la institución", señaló Longobardo en el escrito presentado al ombudsman. Asimismo, el denunciante afirmó que Zurueta lo amenazó la última vez diciéndole que "él cuenta con 23 diputados", en alusión a que los defensores, tanto el titular como los adjuntos, son designados por la Legislatura.
Además, el atribulado empleado advirtió que Zurueta estaría actuando de esa manera basándose en una falsa denuncia en su contra producida por una empleada que lo habría inculpado por una supuesta amenaza de echarla del trabajo. "Eso es un disparate total, puesto que no tuve ni tengo en más de una década de trabajo en la Defensoría autoridad y menos aún facultades para tomar ese tipo de decisiones", aclaró.
En la denuncia escrita, Longobardo solicitó a de Bedia que adopte las medidas conducentes a resolver esta situación, a la que calificó como incómoda por suscitarse en el ámbito de una institución que defiende los derechos humanos. En ese contexto, afirmó que "es por demás extraño que el defensor adjunto, que debe velar por el cumplimiento de esos derechos, amenace a los empleados a viva voz".
Con respecto a las consecuencias que trae aparejada esta situación para la labor diaria de la Defensoría Móvil, Longobardo puso de manifiesto que "en distintas oportunidades Zurueta nos ha negado material de trabajo para el correcto funcionamiento del área itinerante del organismo". Asimismo, puntualizó que no les entrega folletos, banners, carpas y computadoras portátiles, aduciendo que "los únicos que podían utilizarlos eran las personas autorizadas por él".
El hombre también contó que el denunciado "provoca un entorpecimiento de la labor adrede, porque incluso esconde los elementos de trabajo en una oficina que cierra con llave" y que "jamás facilita el vehículo que tiene afectado a su cargo -un Renault Duster- para el transporte y el traslado del personal a los lugares elegidos para la tarea de campo".
Por último, hizo notar que en su trayectoria en la Defensoría, "jamás he tenido problemas con nadie".