PURMAMARCA (Corresponsal). Desde las primeras horas de la mañana el cementerio local recibió una gran cantidad de visitas de familias que se acercaron a saludar a sus fieles difuntos y a participar de la celebración de la santa misa para posteriormente retirarse cerca del mediodía a levantar las ofrendas.
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PURMAMARCA (Corresponsal). Desde las primeras horas de la mañana el cementerio local recibió una gran cantidad de visitas de familias que se acercaron a saludar a sus fieles difuntos y a participar de la celebración de la santa misa para posteriormente retirarse cerca del mediodía a levantar las ofrendas.
El oficio comenzó cerca de las 9.30 bajo las sombras de los árboles autóctonos donde el padre Mario Valdivia bendijo a todos desde el altar ante una gran concurrencia de lugareños y también aquellos que se encuentran residiendo en otros lugares de la provincia pero que en esta fecha especial no quisieron dejar de estar presentes.
Luego de la lectura del santo evangelio, el sacerdote brindó un mensaje en conmemoración a los fieles difuntos “las palabras y las buenas obras que recibimos de aquellos que ya no están y que partieron hacia el reino de Dios es lo que tenemos que dejar en nuestras familias para trabajar en ello y crecer en el amor”.
“Es una linda jornada para compartir en familia y hay que darle gracias a Dios por este día. También la comunidad tiene una fiel tradición que son las ofrendas que deben defender para no perder su identidad”, agregó.
El padre también comentó que junto a su par Marcelo Churquina celebrarán oficios hasta horas de la noche en distintas localidades como Jaire, Tiraxi, Laguna de Tesorero, Tumbaya, Tumbaya Grande, Volcán, Bárcena, El Moreno, Colorados, y otras comunidades de la Puna.
Finalizada la misa, los purmamarqueños se retiraron hacia las tumbas y nichos de sus familiares fallecidos donde dedicaron oraciones, prendieron velas, cambiaron las flores y las coronas. Algunos se animaron a quedarse un rato más y compartieron bebidas y comidas en el cementerio.