Boca Juniors perdió su segundo encuentro al hilo. El líder fue superado por Rosario Central uno a cero, gol de Marco Ruben, y no pudo mantener distancia con sus escoltas.
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Boca Juniors perdió su segundo encuentro al hilo. El líder fue superado por Rosario Central uno a cero, gol de Marco Ruben, y no pudo mantener distancia con sus escoltas.
En un partido muy friccionado, el "xeneize" terminó con uno menos por la expulsión de Paolo Goltz en el primer tiempo, aunque el juez Patricio Loustau debió haber expulsado algún otro jugador. En el arranque mismo del partido, el "canalla" se puso en ventaja. Marco Ruben se elevó más que todos tras un córner y con un gran cabezazo puso el uno a cero para los locales. Así se justificó la manera en que Rosario Central salió desde el pitazo inicial a buscar la diferencia en el marcador. A Boca le costó acomodarse en el campo y entró en el juego del roce y las pelotas divididas, olvidándose de jugar el fútbol que mostró en gran parte del torneo.
Asi fue que Rosario Central creció e impulsado por el apoyo de su público, tuvo a mal traer al líder del torneo. Y para colmo, en el "xeneize" se fue por doble amarilla expulsado Paolo Goltz, en una muestra clara de la impotencia de Boca, que la más clara que tuvo en este pasaje del partido fue un cabezazo para atrás de Camacho que el arquero Ledesma logró pellizcar al córner.
El inicio del complemento fue un calco del primero. Y ya sobre los 3', Carrizo ganó las espaldas de los centrales de Boca y definió cruzado, pero Rossi despejó con su pierna el remate. El arquero "xeneize" volvió a hacerse gigante para tapar luego un cabezazo de Camacho con la rodilla, cuando el partido era puro nervios en Boca y Central aprovechaba para hacerse dueño del trámite. El líder se aproximó con el desborde de Peruzzi por derecha, que terminó con un derechazo del ingresado Espinoza que se fue besando el poste derecho "canalla".
Y el final, Boca se fue con todo a buscar la igualdad y Cardona sacó un zurdazo que el poste devolvió. Ahora era el "canalla" quien era puro nervios y el puntero sacó pecho para arrinconar con un hombre menos a los locales.