El hombre fue detenido en su vivienda de San Pedro, Buenos Aires, luego de que el caso se hiciera público.
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El hombre fue detenido en su vivienda de San Pedro, Buenos Aires, luego de que el caso se hiciera público.
"Primero, le largó los perros y, después, abrió fuego contra los chicos. Mi hijo pregunta si este hombre va a ir preso porque tiene miedo, no quiere volver a casa", contó la mamá de la víctima este jueves mientras su hijo se recupera de la herida en la mano.
El nene de siete años podrá volver a su casa en las próximas horas porque finalmente el octogenario fue detenido.
El hombre había disparado contra el menor cuando fue a buscar la pelota que se había caído dentro de su patio.El acusado, identificado como Héctor Ordoñez (83), fue apresado esta tarde tras un segundo pedido de detención del fiscal Hernán Granda por el delito de "tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de guerra".
Fuentes judiciales informaron que el juez de Garantías de San Nicolás Orlando Prati, consideró en un primer momento que no había pruebas suficientes y caratuló la causa como "lesiones leves", por lo que el anciano permaneció en libertad hasta este jueves.
Granda explicó que el hecho ocurrió el lunes último por la tarde, en calles Mateo Sbert y Nieto de Torres, de San Pedro, en el norte de la provincia de Buenos Aires, donde un grupo de chicos jugaba a la pelota frente a la casa del anciano.Al parecer, molesto porque la pelota cayó a un terreno baldío lindero al suyo, el hombre extrajo un arma de fuego y disparó hacia el grupo de chicos, dijeron los voceros.
Como consecuencia de los disparos, que fueron al menos tres, un niño de 7 años recibió un tiro en la mano derecha, por lo que fue trasladado rápidamente al hospital local, donde fue operado y esta noche permanecía internado, aunque fuera de peligro.
Según el fiscal, tras el hecho solicitó la detención del agresor al juez Prati, por el delito de "tentativa de homicidio agravado", aunque éste lo rechazó por falta de pruebas.
Sin embargo, el funcionario judicial aportó nuevas evidencias como el peritaje psicológico que determinó que el imputado comprendió la criminalidad de sus actos y el testimonio de dos niños que lo involucraron.