Numerosos feligreses participaron de las fiestas patronales en honor a la Virgen del Rosario de Río Blanco y Paypaya, más conocida como la “fiesta chica” del pueblo. Con las honras, culminaron las actividades programadas en honor a la santa patrona de la provincia.
La jornada se inició en las primeras horas de la mañana con celebraciones religiosas, encabezadas por el rector del Santuario Héctor Barrera, y el nuevo sacerdote a cargo del seminario “Pedro Ortiz de Zárate”, Luis Diego Casares.
Participó una nutrida cantidad de fieles, entre ellos los vecinos de Río Blanco, las autoridades municipales con la presencia del intendente Pablo Palomares, el centro vecinal, escuelas, el gauchaje, las fuerzas de seguridad e instituciones intermedias.
Los sacerdotes llamaron a los presentes a confiar en el amor de la Virgen, a poner en ella sus pedidos y súplicas y a acompañar siempre al prójimo de manera desinteresada como lo hizo María.
El padre Luis Diego sostuvo que participar de la fiesta patronal de Río Blanco fue un honor porque es una honra “del pueblo”, en el que la Virgen María es vista como “una persona más del pueblo” a quien se pueden acercar sin temores.
El rector del seminario de la Diócesis además llamó a orar por las vocaciones religiosas y también exhortó a acercarse a Dios, a la Eucaristía.
“Viví esta fiesta muy sorprendido al ver la inmensa fe y amor que tiene la gente a nuestra madre la Virgen y Jesús”, concluyó el sacerdote.
Por su parte el rector del santuario de la Virgen, el padre Barrera indicó que desde el Consejo de Pastoral cada jueves se evalúan las actividades programadas para rendir homenaje a la Virgen, por lo que destacó que todos los aspectos positivos en la organización este año, “los dejaron en manos de la Virgen”.
En tanto, el sacerdote manifestó que los peregrinos que hayan tenido alguna inquietud durante la fiesta de la patrona de la provincia, también pueden acercar sus recomendaciones para seguir trabajando.
“Cada vez los fieles son más fervorosos, en cuanto a la profundidad con que se pasa de una religiosidad a una piedad popular”, sostuvo Barrera y agregó que los religiosos deben aprender de tantos signos de la gente como el llanto, la emoción y la alegría, que a veces ocurren en la acción de gracias.
Concluidas las celebraciones se realizó una peregrinación con la imagen de la Virgen hasta la ruta 1, donde tuvo lugar el desfile con la participación de escuelas, gauchos e instituciones intermedias.
El domingo que viene, jornada nacional por los enfermos, las misas volverán a realizarse en los horarios habituales, a las 8, 11 y 19.30.
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Numerosos feligreses participaron de las fiestas patronales en honor a la Virgen del Rosario de Río Blanco y Paypaya, más conocida como la “fiesta chica” del pueblo. Con las honras, culminaron las actividades programadas en honor a la santa patrona de la provincia.
La jornada se inició en las primeras horas de la mañana con celebraciones religiosas, encabezadas por el rector del Santuario Héctor Barrera, y el nuevo sacerdote a cargo del seminario “Pedro Ortiz de Zárate”, Luis Diego Casares.
Participó una nutrida cantidad de fieles, entre ellos los vecinos de Río Blanco, las autoridades municipales con la presencia del intendente Pablo Palomares, el centro vecinal, escuelas, el gauchaje, las fuerzas de seguridad e instituciones intermedias.
Los sacerdotes llamaron a los presentes a confiar en el amor de la Virgen, a poner en ella sus pedidos y súplicas y a acompañar siempre al prójimo de manera desinteresada como lo hizo María.
El padre Luis Diego sostuvo que participar de la fiesta patronal de Río Blanco fue un honor porque es una honra “del pueblo”, en el que la Virgen María es vista como “una persona más del pueblo” a quien se pueden acercar sin temores.
El rector del seminario de la Diócesis además llamó a orar por las vocaciones religiosas y también exhortó a acercarse a Dios, a la Eucaristía.
“Viví esta fiesta muy sorprendido al ver la inmensa fe y amor que tiene la gente a nuestra madre la Virgen y Jesús”, concluyó el sacerdote.
Por su parte el rector del santuario de la Virgen, el padre Barrera indicó que desde el Consejo de Pastoral cada jueves se evalúan las actividades programadas para rendir homenaje a la Virgen, por lo que destacó que todos los aspectos positivos en la organización este año, “los dejaron en manos de la Virgen”.
En tanto, el sacerdote manifestó que los peregrinos que hayan tenido alguna inquietud durante la fiesta de la patrona de la provincia, también pueden acercar sus recomendaciones para seguir trabajando.
“Cada vez los fieles son más fervorosos, en cuanto a la profundidad con que se pasa de una religiosidad a una piedad popular”, sostuvo Barrera y agregó que los religiosos deben aprender de tantos signos de la gente como el llanto, la emoción y la alegría, que a veces ocurren en la acción de gracias.
Concluidas las celebraciones se realizó una peregrinación con la imagen de la Virgen hasta la ruta 1, donde tuvo lugar el desfile con la participación de escuelas, gauchos e instituciones intermedias.
El domingo que viene, jornada nacional por los enfermos, las misas volverán a realizarse en los horarios habituales, a las 8, 11 y 19.30.