Pasaron más de cinco días del desalojo y Silvia Luna se encuentra con sus hijos y nietos esperando respuesta del Estado a su situación, ahora en una calle de Alto Comedero.
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Pasaron más de cinco días del desalojo y Silvia Luna se encuentra con sus hijos y nietos esperando respuesta del Estado a su situación, ahora en una calle de Alto Comedero.
En estos días de angustia e incertidumbre, Luna presentó notas al Instituto de Vivienda para que se cumpla con la resolución emanada por ese órgano, de fecha 6 de enero de 2006.
Vale recordar que Luna fue desalojada de una casa de las 370 Viviendas junto a sus tres hijos adolescentes, su nuera y dos nietos, uno de 2 años y el otro de apenas tres meses, en un violento operativo policial, además de ser víctimas de robos y desmanes en el inmueble, según dijo.
La vivienda en cuestión fue alquilada por Luna en 2010 al adjudicatario Miguel Espindola, quien no habría pagado ninguna cuota de la misma al Ivuj, aparte de alquilarla hace más de diez años. La inquilina anterior también sufrió un desalojo y un juicio civil.
Luna recordó que la resolución del Ivuj estipula que a la persona que no pagara dos cuotas sucesivas de su vivienda se le podría dejar sin efecto la adjudicación de la unidad habitacional. Asimismo establece que la unidad está destinada como vivienda del adjudicatario y su grupo familiar, no pudiendo darle otro destino ni arrendarla, ni alquilarla. Ante esta resolución Luna se pregunta si la jueza que ordenó el desalojo conocía la situación real del adjudicatario.
La familia de Luna espera que el Estado resuelva su situación.