La fundadora del pesebre "Campanitas de Belén" del pueblo de los siete colores, Gloria Mabel Cruz de Chañi, falleció el pasado jueves y sus niños y jóvenes adoradores la despidieron en su funeral el viernes por la tarde llevando el niñito Dios por las calles del pueblo y prometiendo seguir con la adoración este año y el 2018 en su nombre.
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La fundadora del pesebre "Campanitas de Belén" del pueblo de los siete colores, Gloria Mabel Cruz de Chañi, falleció el pasado jueves y sus niños y jóvenes adoradores la despidieron en su funeral el viernes por la tarde llevando el niñito Dios por las calles del pueblo y prometiendo seguir con la adoración este año y el 2018 en su nombre.
"Doña Gloria" creó el pesebre hace 38 años y fue uno de los primeros en Purmamarca. Desde su fundación funcionó en la casa de la familia Chañi, ubicada en el barrio 10 viviendas.
Con profunda tristeza la familia de Gloria, amigos, y tantas generaciones de vecinos que pasaron por su hogar en la época de adoración fueron a despedirla. Entre diciembre y enero ella recibía a todo el que quisiera adorar al niñito Dios y les enseñaba a hacerlo con respeto y veneración.
Ella poseía una discapacidad motriz, por lo que no podía caminar bien, pero ello no fue impedimento para todos los años armar el pesebre junto a sus familiares y colaboradores como Jorge López.
También se destacó en otros ámbitos del pueblo, por lo que la recordaron con minutos de silencio el día viernes en instituciones como la escuela primaria N§ 21 "Pedro Goyena" donde se desempeñó como presidente de la cooperadora por varios años y el Bachillerato Provincial N§ 18.
Gloria también fue una excelente coplera y en sus años de juventud cantó sus versos en distintos eventos y hasta fue a actuar a Buenos Aires en un festival representando a Purmamarca llegando a cantar al lado de León Gieco, Teresa Parodi y artistas de renombre.
Su hijo Dante Chañi comentó que su madre nació y vivió muchos años en Chapacal, al pie del paseo de los Colorados donde crió sus cabras y cuidó de sus sembradíos. Al casarse con Filemón Chañi se trasladaron con sus hijos a vivir en las viviendas y fue donde empezó el pesebre, porque ella siempre fue muy devota del niñito Dios, allegada a la iglesia y "una mujer de mucha fe".
De gran espíritu solidario siempre estaba predispuesta para atender bien a las visitas, para las adoraciones preparaba pan dulce y otras cositas para los niños, también les compraba caramelos y gaseosas. Se molestaba cuando los pequeños adoradores jugaban en vez de hacerlo con respeto así que enseñaba que tenían que adorar bien.
Lamentablemente, a sus 76 años falleció tras luchar con una enfermedad, el viernes por la tarde la despidieron y estuvieron presentes los niños y jóvenes del pesebre que fueron adorando hasta el cementerio. También le dedicaron coplitas recitando las que más les gustaba cantar a Gloria.
Su hijo, Dante Chañi, invitó a los vecinos a participar de la novena que se hará desde el domingo a las 20.30 y comentó que el pesebre se continuará realizando como todos los años en homenaje a su querida madre.