Cuando los incidentes en las inmediaciones del Congreso aún no habían cesado, al cierre de esta edición, el oficialismo se encaminaba a lograr su objetivo de convertir en ley la polémica reforma jubilatoria.
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Cuando los incidentes en las inmediaciones del Congreso aún no habían cesado, al cierre de esta edición, el oficialismo se encaminaba a lograr su objetivo de convertir en ley la polémica reforma jubilatoria.
A diferencia de la accidentada sesión del jueves pasado, en la que Cambiemos había fracasado en sostener un quórum que apenas pudo verificarse por segundos, en esta oportunidad el interbloque Argentina Federal cumplió con las directivas de los gobernadores a los que representa y no retaceó el número que el oficialismo necesitaba para arrancar la sesión especial.
El inicio del debate ocurrió luego de la foto tan ansiada por el Gobierno nacional en la que los mandatarios ratificaron en el Congreso su apoyo a la iniciativa.
Luego de una treintena de cuestiones de privilegio formuladas por diputados de la oposición, que incluyó numerosos mociones de orden(que no prosperaron) para frenar el debate ante las virulentas imágenes de los enfrentamientos que se sucedían en las adyacencias del Congreso, el presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó, hizo sonar la sirena de largada al tratamiento de la reforma.
Tras cinco horas de planteos y cuestiones de privilegio por parte de la oposición, inició el debate por el proyecto aprobado por el Senado, que modifica la fórmula de cálculo de las jubilaciones, con una actualización semestral que combine un componente inflacionario con el índice de variación salarial.
"Haremos todo lo posible para que las prestaciones mejoren, sean previsibles e incrementen el poder de compra para los jubilados", garantizó el presidente de la Comisión de Previsión y Seguridad Social, Eduardo Amadeo, cuyo discurso se vio tapado por gritos y abucheos de las bancas de enfrente.
El macrista fue increpado de pie por la camporista Mayra Mendoza, pero prosiguió con su defensa de la iniciativa.
Luego del relato pormenorizado de Amadeo, llegó la arremetida de la oposición, que impugnó las supuestas bondades del proyecto.
"Consideramos que esto es una aberración y vamos rechazar este proyecto porque lo consideramos inviable", dijo la diputada Mirta Tundis, del FR.
Por su parte, la diputada del Frente para la Victoria-PJ Luana Volnovich consideró que este proyecto de ley demuestra que los dirigentes del oficialismo son "débiles con los fuertes y fuertes con los débiles".
El diputado del bloque Justicialista Diego Bossio rechazó el ajuste jubilatorio impulsado por el Gobierno y remarcó que "Que la ley no es buena, todos lo sabemos".
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