El destino quiso que la Liga Jujeña de Fútbol, donde transcurrió la mayor parte de su vida laboral, lo homenajeara justo este año. El torneo de inferiores llevó el nombre de César Saluzzo en reconocimiento al histórico empleado liguista, que en realidad fue mucho más que un trabajador de la sede de calle Martín Fierro. Conocía el movimiento interno como nadie. Sabía desde los nombres de los árbitros hasta cómo hacer un transfer internacional. Todo. El Gaucho fue un manual abierto y generoso con los suyos. Fanático de Deportivo Los Perales, pasión que trasladó a este periodista allá lejos en el tiempo, supo luchar contra el sistema por el club de sus amores en épocas en las cuales se amenazaba con embargos y remates. Se jubiló, le ganó la pulseada al cigarrillo después de varias operaciones y sus caminatas por calle Carnaval eran una constante a media mañana. Ayer el querido Viejo nos dijo adiós. Su familia lo extrañará por siempre y sus amigos jamás lo olvidaremos.
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El destino quiso que la Liga Jujeña de Fútbol, donde transcurrió la mayor parte de su vida laboral, lo homenajeara justo este año. El torneo de inferiores llevó el nombre de César Saluzzo en reconocimiento al histórico empleado liguista, que en realidad fue mucho más que un trabajador de la sede de calle Martín Fierro. Conocía el movimiento interno como nadie. Sabía desde los nombres de los árbitros hasta cómo hacer un transfer internacional. Todo. El Gaucho fue un manual abierto y generoso con los suyos. Fanático de Deportivo Los Perales, pasión que trasladó a este periodista allá lejos en el tiempo, supo luchar contra el sistema por el club de sus amores en épocas en las cuales se amenazaba con embargos y remates. Se jubiló, le ganó la pulseada al cigarrillo después de varias operaciones y sus caminatas por calle Carnaval eran una constante a media mañana. Ayer el querido Viejo nos dijo adiós. Su familia lo extrañará por siempre y sus amigos jamás lo olvidaremos.