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El 27 de enero de este año, Jimena Salas fue asesinada en el interior de su casa en Vaqueros. Diez meses después, el Ministerio Público Fiscal logró recuperar con tecnología extranjera -el teléfono estaba deteriorado prácticamente en un cien por ciento- la última foto que tomó la mujer antes de ser asesinada en frente de sus dos hijas.
Esa foto es la de un perro donde además puede verse que quien lo sostiene un hombre. Esta imagen fue clave para determinar que la hipótesis más fuerte del crimen fue la de un robo frustrado que se inició con un engaño acerca de un perrito perdido ya que días antes en otra casa de Vaqueros un robo se había concretado de esa manera.
En la escena del crimen se encontraron dos perfiles genéticos diferentes cuyos identikits fueron creados a partir de la descripción de testigos. Uno de ellos ya había sido previamente y ahora se sumó el de un segundo hombre.
Por otra parte, testigos describieron la presencia de dos automóviles cerca; uno de pequeño porte, negro y con vidrios polarizados que bien podría ser o un Peugeot 206/207 o un Volkswagen Gol y un automóvil marrón dakar de gran porte similar a un Volkswagen Vento o Bora.
Cualquier información certera que puedan aportar testigos para identificar a los autores, reconocer al perro utilizado o informar sobre hechos similares será recompensada por el Gobierno con 500.000 pesos. Las vías de comunicación son el 911, el teléfono 3876830841 o el correo [email protected].
FUENTE: EL TRIBUNO DE SALTA