El gobierno de Austria prohibió ayer el uso en la vía pública del velo integral que utilizan las mujeres islámicas, alegando que atenta contra "una sociedad " y decidió limitar el uso de símbolos religiosos entre funcionarios para garantizar la "neutralidad" del Estado.
"Creemos en una sociedad abierta que también está basada en la comunicación abierta: los velos integrales en los espacios públicos se oponen a eso y, por tanto, serán prohibidos", señaló el texto del Ejecutivo, conformado por una coalición de socialdemócratas y socialcristianos.
En el documento de 35 páginas aseguraron que Austria debe introducir reformas para asegurar que el "Estado se presente al mundo de una manera abierta y neutral en temas de religión", y que todos los empleados estatales tienen que mostrarse "religiosamente neutros" en público.
El plan, que busca prohibir la burka, el niqab y otros velos que cubran el rostro, tiene como antecedente el pedido que hizo el mes pasado la canciller alemana Angela Merkel, que propuso un programa similar en su país: "el derecho alemán prevalece sobre la sharia", dijo a principios de diciembre pasado.
Con este acuerdo y otras medidas económicas, educativas, de seguridad y para favorecer la integración queda zanjada, por el momento, una crisis de gobierno que había abierto la posibilidad de nuevos comicios.
En Austria lidera las encuestas el ultraderechista Partido Liberal (FP™), que defiende políticas de mano dura contra los inmigrantes y que fue muy crítico con la llegada en los dos últimos años de 120 mil refugiados a un país de 8,7 millones de habitantes.
Actualmente, en este país viven unos 600 mil musulmanes, de los que la mayor comunidad son los de origen turco.
El gobierno austríaco tratará también de obligar a los solicitantes de asilo y algunos migrantes a firmar un "contrato de integración y una declaración de valores" y aceptar "sanciones estrictas" en caso de violación del contrato.
También anunciaron la prohibición de "acciones de distribución y reclutamiento salafistas", sin precisar las actividades.
El gobierno también se comprometió a reducir "masivamente" la inmigración, aunque tampoco precisaron cómo lo harán. También informaron que aumentarán las deportaciones de personas en situación irregular.
"Creemos en una sociedad abierta que también está basada en la comunicación abierta: los velos integrales en los espacios públicos se oponen a eso y, por tanto, serán prohibidos", señaló el texto del Ejecutivo, conformado por una coalición de socialdemócratas y socialcristianos.
En el documento de 35 páginas aseguraron que Austria debe introducir reformas para asegurar que el "Estado se presente al mundo de una manera abierta y neutral en temas de religión", y que todos los empleados estatales tienen que mostrarse "religiosamente neutros" en público.
El plan, que busca prohibir la burka, el niqab y otros velos que cubran el rostro, tiene como antecedente el pedido que hizo el mes pasado la canciller alemana Angela Merkel, que propuso un programa similar en su país: "el derecho alemán prevalece sobre la sharia", dijo a principios de diciembre pasado.
Con este acuerdo y otras medidas económicas, educativas, de seguridad y para favorecer la integración queda zanjada, por el momento, una crisis de gobierno que había abierto la posibilidad de nuevos comicios.
En Austria lidera las encuestas el ultraderechista Partido Liberal (FP™), que defiende políticas de mano dura contra los inmigrantes y que fue muy crítico con la llegada en los dos últimos años de 120 mil refugiados a un país de 8,7 millones de habitantes.
Actualmente, en este país viven unos 600 mil musulmanes, de los que la mayor comunidad son los de origen turco.
El gobierno austríaco tratará también de obligar a los solicitantes de asilo y algunos migrantes a firmar un "contrato de integración y una declaración de valores" y aceptar "sanciones estrictas" en caso de violación del contrato.
También anunciaron la prohibición de "acciones de distribución y reclutamiento salafistas", sin precisar las actividades.
El gobierno también se comprometió a reducir "masivamente" la inmigración, aunque tampoco precisaron cómo lo harán. También informaron que aumentarán las deportaciones de personas en situación irregular.
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El gobierno de Austria prohibió ayer el uso en la vía pública del velo integral que utilizan las mujeres islámicas, alegando que atenta contra "una sociedad " y decidió limitar el uso de símbolos religiosos entre funcionarios para garantizar la "neutralidad" del Estado.
"Creemos en una sociedad abierta que también está basada en la comunicación abierta: los velos integrales en los espacios públicos se oponen a eso y, por tanto, serán prohibidos", señaló el texto del Ejecutivo, conformado por una coalición de socialdemócratas y socialcristianos.
En el documento de 35 páginas aseguraron que Austria debe introducir reformas para asegurar que el "Estado se presente al mundo de una manera abierta y neutral en temas de religión", y que todos los empleados estatales tienen que mostrarse "religiosamente neutros" en público.
El plan, que busca prohibir la burka, el niqab y otros velos que cubran el rostro, tiene como antecedente el pedido que hizo el mes pasado la canciller alemana Angela Merkel, que propuso un programa similar en su país: "el derecho alemán prevalece sobre la sharia", dijo a principios de diciembre pasado.
Con este acuerdo y otras medidas económicas, educativas, de seguridad y para favorecer la integración queda zanjada, por el momento, una crisis de gobierno que había abierto la posibilidad de nuevos comicios.
En Austria lidera las encuestas el ultraderechista Partido Liberal (FP™), que defiende políticas de mano dura contra los inmigrantes y que fue muy crítico con la llegada en los dos últimos años de 120 mil refugiados a un país de 8,7 millones de habitantes.
Actualmente, en este país viven unos 600 mil musulmanes, de los que la mayor comunidad son los de origen turco.
El gobierno austríaco tratará también de obligar a los solicitantes de asilo y algunos migrantes a firmar un "contrato de integración y una declaración de valores" y aceptar "sanciones estrictas" en caso de violación del contrato.
También anunciaron la prohibición de "acciones de distribución y reclutamiento salafistas", sin precisar las actividades.
El gobierno también se comprometió a reducir "masivamente" la inmigración, aunque tampoco precisaron cómo lo harán. También informaron que aumentarán las deportaciones de personas en situación irregular.
"Creemos en una sociedad abierta que también está basada en la comunicación abierta: los velos integrales en los espacios públicos se oponen a eso y, por tanto, serán prohibidos", señaló el texto del Ejecutivo, conformado por una coalición de socialdemócratas y socialcristianos.
En el documento de 35 páginas aseguraron que Austria debe introducir reformas para asegurar que el "Estado se presente al mundo de una manera abierta y neutral en temas de religión", y que todos los empleados estatales tienen que mostrarse "religiosamente neutros" en público.
El plan, que busca prohibir la burka, el niqab y otros velos que cubran el rostro, tiene como antecedente el pedido que hizo el mes pasado la canciller alemana Angela Merkel, que propuso un programa similar en su país: "el derecho alemán prevalece sobre la sharia", dijo a principios de diciembre pasado.
Con este acuerdo y otras medidas económicas, educativas, de seguridad y para favorecer la integración queda zanjada, por el momento, una crisis de gobierno que había abierto la posibilidad de nuevos comicios.
En Austria lidera las encuestas el ultraderechista Partido Liberal (FP™), que defiende políticas de mano dura contra los inmigrantes y que fue muy crítico con la llegada en los dos últimos años de 120 mil refugiados a un país de 8,7 millones de habitantes.
Actualmente, en este país viven unos 600 mil musulmanes, de los que la mayor comunidad son los de origen turco.
El gobierno austríaco tratará también de obligar a los solicitantes de asilo y algunos migrantes a firmar un "contrato de integración y una declaración de valores" y aceptar "sanciones estrictas" en caso de violación del contrato.
También anunciaron la prohibición de "acciones de distribución y reclutamiento salafistas", sin precisar las actividades.
El gobierno también se comprometió a reducir "masivamente" la inmigración, aunque tampoco precisaron cómo lo harán. También informaron que aumentarán las deportaciones de personas en situación irregular.