Con esta igualdad, el "chacarero" manda el grupo con 4 puntos, seguido por Palermo con 1 y cierra Defensores de Monterrico sin puntos.
José Albarracín abrió la cuenta para la visita en el primer capítulo y en tiempo adicional, José Higa consiguió el sufrido empate.
El primer tiempo fue de uso exclusivo de Palermo pero no pudo cumplir con lo que reza la bandera: "El canario quiere volar alto" porque o no quiso o no pudo.
En tanto, Atlético fue un "chacarero" sin ganas de trabajar el partido aunque tiene en sus filas jugadores de mayor experiencia. Fue una sombra.
Palermo pecó de ingenuo, dispuso de la pelota y la cancha, pero no supo vulnerar el arco carmense.
Flores remató débil y le redonda se fue lamiendo el poste izquierdo.
Después, Acuña remató fuerte pero la bocha se fue arriba del travesaño ante el uh! de la gente.
Recién a los 36'' la visita generó la primera llegada profunda pero el tiro de Quispe se fue alto y no hizo más nada.
En el complemento, el visitante salió como un "chacarero" dispuesto a labrar el verde césped de La Tablada. Mostró otra actitud y ganas de ser protagonista amigándose con la pelota.
En ese contexto, Albarracín frotó la lámpara y ejecutó un remate casi rasante que el arquero no pudo contener, la bocha dio en el poste izquierdo y entró mansamente al fondo de los piolines, para alegría del centenar de hinchas llegados desde El Carmen.
A partir de allí, cambió el trámite, fue de ida y vuelta, aunque todos los intentos murieron en tres cuartos de cancha.
El final fue a puro nervios, Atlético defendiendo la mínima ventaja y el local yendo al frente con más ganas que fútbol, pero siempre faltó "cinco para el peso".
Casi en el epílogo, Acuña fabricó una maniobra personal que enloqueció a toda la defensa, pero Flores se comió el empate.
Se jugaba tiempo adicional (49''), festejaban los carmenses cuando Higa produjo el milagro merecido por cierto y la felicidad cambió de tribuna.
La igualdad terminó siendo absoluta justicia para el "canario".
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Con esta igualdad, el "chacarero" manda el grupo con 4 puntos, seguido por Palermo con 1 y cierra Defensores de Monterrico sin puntos.
José Albarracín abrió la cuenta para la visita en el primer capítulo y en tiempo adicional, José Higa consiguió el sufrido empate.
El primer tiempo fue de uso exclusivo de Palermo pero no pudo cumplir con lo que reza la bandera: "El canario quiere volar alto" porque o no quiso o no pudo.
En tanto, Atlético fue un "chacarero" sin ganas de trabajar el partido aunque tiene en sus filas jugadores de mayor experiencia. Fue una sombra.
Palermo pecó de ingenuo, dispuso de la pelota y la cancha, pero no supo vulnerar el arco carmense.
Flores remató débil y le redonda se fue lamiendo el poste izquierdo.
Después, Acuña remató fuerte pero la bocha se fue arriba del travesaño ante el uh! de la gente.
Recién a los 36'' la visita generó la primera llegada profunda pero el tiro de Quispe se fue alto y no hizo más nada.
En el complemento, el visitante salió como un "chacarero" dispuesto a labrar el verde césped de La Tablada. Mostró otra actitud y ganas de ser protagonista amigándose con la pelota.
En ese contexto, Albarracín frotó la lámpara y ejecutó un remate casi rasante que el arquero no pudo contener, la bocha dio en el poste izquierdo y entró mansamente al fondo de los piolines, para alegría del centenar de hinchas llegados desde El Carmen.
A partir de allí, cambió el trámite, fue de ida y vuelta, aunque todos los intentos murieron en tres cuartos de cancha.
El final fue a puro nervios, Atlético defendiendo la mínima ventaja y el local yendo al frente con más ganas que fútbol, pero siempre faltó "cinco para el peso".
Casi en el epílogo, Acuña fabricó una maniobra personal que enloqueció a toda la defensa, pero Flores se comió el empate.
Se jugaba tiempo adicional (49''), festejaban los carmenses cuando Higa produjo el milagro merecido por cierto y la felicidad cambió de tribuna.
La igualdad terminó siendo absoluta justicia para el "canario".