"Consideramos el lanzamiento del misil realizado por Corea del Norte el 12 de febrero como un nuevo menosprecio a las exigencias contenidas en las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Ello es lamentable y no puede dejar de causar preocupación" sostuvo la cancillería rusa mediante un comunicado.
Moscú, un aliado implícito de Pyongyang, llamó a "todas las partes interesadas a hacer gala de sangre fría y a abstenerse de acciones que conduzcan a una escalada de la tensión" y reiteró el convencimiento de Rusia de que la vía político-diplomática es la única que puede llevar al arreglo a los problemas de la península coreana, incluido el nuclear.
El proyectil, lanzado desde la base de Banghyeon, en la provincia de Pyongang, y que según las imágenes difundidas por medios locales, fue monitoreado en persona por el mandatario norcoreano Kim Jong-un, recorrió unos 500 kilómetros antes de caer en el mar de Japón.
En momentos en los que se conoció la noticia de la prueba, el mandatario japonés, Shinzo Abe, se encontraba en Washington, donde realizó una visita oficial al presidente estadounidense, Donald Trump.
La respuesta más contundente de Estados Unidos y Japón contra Corea del Norte llegó por la vía diplomática, cuando junto con Corea del Sur, reclamaron al Consejo de Seguridad de la ONU una reunión urgente para analizar los alcances de las pruebas militares norcoreanas.
Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón confirmó la petición tramitada por el gobierno japonés, en coordinación con sus dos aliados, para celebrar lo antes posible una junta del órgano ejecutivo de la ONU.
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"Consideramos el lanzamiento del misil realizado por Corea del Norte el 12 de febrero como un nuevo menosprecio a las exigencias contenidas en las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Ello es lamentable y no puede dejar de causar preocupación" sostuvo la cancillería rusa mediante un comunicado.
Moscú, un aliado implícito de Pyongyang, llamó a "todas las partes interesadas a hacer gala de sangre fría y a abstenerse de acciones que conduzcan a una escalada de la tensión" y reiteró el convencimiento de Rusia de que la vía político-diplomática es la única que puede llevar al arreglo a los problemas de la península coreana, incluido el nuclear.
El proyectil, lanzado desde la base de Banghyeon, en la provincia de Pyongang, y que según las imágenes difundidas por medios locales, fue monitoreado en persona por el mandatario norcoreano Kim Jong-un, recorrió unos 500 kilómetros antes de caer en el mar de Japón.
En momentos en los que se conoció la noticia de la prueba, el mandatario japonés, Shinzo Abe, se encontraba en Washington, donde realizó una visita oficial al presidente estadounidense, Donald Trump.
La respuesta más contundente de Estados Unidos y Japón contra Corea del Norte llegó por la vía diplomática, cuando junto con Corea del Sur, reclamaron al Consejo de Seguridad de la ONU una reunión urgente para analizar los alcances de las pruebas militares norcoreanas.
Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón confirmó la petición tramitada por el gobierno japonés, en coordinación con sus dos aliados, para celebrar lo antes posible una junta del órgano ejecutivo de la ONU.