El mediador de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, convocó ayer a una nueva ronda de diálogo en Suiza para el próximo jueves 23 de febrero, un anuncio que llegó dos días antes de un segundo encuentro en Kazajistán del proceso de paz que impulsó a principio de año Rusia, aliado de Damasco, y Turquía, socio de milicias rebeldes.
"Se espera que las delegaciones lleguen a Ginebra en o en torno al 20 de febrero para permitir consultas previas con el enviado especial (de la ONU) y su equipo antes del comienzo formal de las negociaciones intrasirias previsto para el día 23", informó a la prensa la vocera de De Mistura, Yara Sharif, en un breve comunicado.
La vocera de De Mistura no detalló qué gobiernos y milicias fueron invitadas al diálogo de paz que reanudará la semana próxima; sólo informó que la ONU trabaja "activamente" para que el Ejecutivo sirio de Bashar al Assad y grupos de la oposición participen de la primera ronda de charlas auspiciada por la organización internacional en los últimos 10 meses.
El diálogo de paz en Suiza tuvo varias rondas a lo largo de los casi seis años de guerra siria, pero nunca logró avanzar demasiado. Por un lado, porque muchos de las fuerzas beligerantes no estaban representadas y, por otro, porque gobierno y oposición nunca lograron ponerse de acuerdo sobre una agenda mínima.
Una de las grandes incógnitas ahora es si De Mistura invitó a los tres promotores del diálogo de paz paralelo para Siria iniciado el 23 y 24 de enero pasado en Astaná, la capital de Kazajistán: Rusia, Turquía e Irán.
Tampoco está claro cómo interactuarán estos dos procesos de paz.
El segundo encuentro del diálogo de paz de Astaná fue convocado para el miércoles y el jueves próximos, y uno de los temas centrales será negociar un fortalecimiento del alto el fuego en toda Siria, un acuerdo oficialmente vigente desde el 30 de diciembre pasado, pero que fue denunciado en repetidas ocasiones por ambos bandos.
El fin de semana pasado el gobierno de Kazajistán invitó al gobierno de Al Assad y a grupos de la oposición armada a la segunda ronda de diálogo de paz en Astaná y algunos líderes milicianos sirios ya adelantaron a la agencia de noticias Reuters que no viajarán.
Según el texto, se busca "la liberación de muchos civiles y militares secuestrados por grupos terroristas", como el gobierno se refiere a todos los grupos opositores armados, que desde hace casi seis años intentan derrocar al Ejecutivo en una cruenta guerra civil que ya se convirtió en un conflicto de dimensiones mundiales.
"Se espera que las delegaciones lleguen a Ginebra en o en torno al 20 de febrero para permitir consultas previas con el enviado especial (de la ONU) y su equipo antes del comienzo formal de las negociaciones intrasirias previsto para el día 23", informó a la prensa la vocera de De Mistura, Yara Sharif, en un breve comunicado.
La vocera de De Mistura no detalló qué gobiernos y milicias fueron invitadas al diálogo de paz que reanudará la semana próxima; sólo informó que la ONU trabaja "activamente" para que el Ejecutivo sirio de Bashar al Assad y grupos de la oposición participen de la primera ronda de charlas auspiciada por la organización internacional en los últimos 10 meses.
El diálogo de paz en Suiza tuvo varias rondas a lo largo de los casi seis años de guerra siria, pero nunca logró avanzar demasiado. Por un lado, porque muchos de las fuerzas beligerantes no estaban representadas y, por otro, porque gobierno y oposición nunca lograron ponerse de acuerdo sobre una agenda mínima.
Una de las grandes incógnitas ahora es si De Mistura invitó a los tres promotores del diálogo de paz paralelo para Siria iniciado el 23 y 24 de enero pasado en Astaná, la capital de Kazajistán: Rusia, Turquía e Irán.
Tampoco está claro cómo interactuarán estos dos procesos de paz.
El segundo encuentro del diálogo de paz de Astaná fue convocado para el miércoles y el jueves próximos, y uno de los temas centrales será negociar un fortalecimiento del alto el fuego en toda Siria, un acuerdo oficialmente vigente desde el 30 de diciembre pasado, pero que fue denunciado en repetidas ocasiones por ambos bandos.
El fin de semana pasado el gobierno de Kazajistán invitó al gobierno de Al Assad y a grupos de la oposición armada a la segunda ronda de diálogo de paz en Astaná y algunos líderes milicianos sirios ya adelantaron a la agencia de noticias Reuters que no viajarán.
Según el texto, se busca "la liberación de muchos civiles y militares secuestrados por grupos terroristas", como el gobierno se refiere a todos los grupos opositores armados, que desde hace casi seis años intentan derrocar al Ejecutivo en una cruenta guerra civil que ya se convirtió en un conflicto de dimensiones mundiales.
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El mediador de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, convocó ayer a una nueva ronda de diálogo en Suiza para el próximo jueves 23 de febrero, un anuncio que llegó dos días antes de un segundo encuentro en Kazajistán del proceso de paz que impulsó a principio de año Rusia, aliado de Damasco, y Turquía, socio de milicias rebeldes.
"Se espera que las delegaciones lleguen a Ginebra en o en torno al 20 de febrero para permitir consultas previas con el enviado especial (de la ONU) y su equipo antes del comienzo formal de las negociaciones intrasirias previsto para el día 23", informó a la prensa la vocera de De Mistura, Yara Sharif, en un breve comunicado.
La vocera de De Mistura no detalló qué gobiernos y milicias fueron invitadas al diálogo de paz que reanudará la semana próxima; sólo informó que la ONU trabaja "activamente" para que el Ejecutivo sirio de Bashar al Assad y grupos de la oposición participen de la primera ronda de charlas auspiciada por la organización internacional en los últimos 10 meses.
El diálogo de paz en Suiza tuvo varias rondas a lo largo de los casi seis años de guerra siria, pero nunca logró avanzar demasiado. Por un lado, porque muchos de las fuerzas beligerantes no estaban representadas y, por otro, porque gobierno y oposición nunca lograron ponerse de acuerdo sobre una agenda mínima.
Una de las grandes incógnitas ahora es si De Mistura invitó a los tres promotores del diálogo de paz paralelo para Siria iniciado el 23 y 24 de enero pasado en Astaná, la capital de Kazajistán: Rusia, Turquía e Irán.
Tampoco está claro cómo interactuarán estos dos procesos de paz.
El segundo encuentro del diálogo de paz de Astaná fue convocado para el miércoles y el jueves próximos, y uno de los temas centrales será negociar un fortalecimiento del alto el fuego en toda Siria, un acuerdo oficialmente vigente desde el 30 de diciembre pasado, pero que fue denunciado en repetidas ocasiones por ambos bandos.
El fin de semana pasado el gobierno de Kazajistán invitó al gobierno de Al Assad y a grupos de la oposición armada a la segunda ronda de diálogo de paz en Astaná y algunos líderes milicianos sirios ya adelantaron a la agencia de noticias Reuters que no viajarán.
Según el texto, se busca "la liberación de muchos civiles y militares secuestrados por grupos terroristas", como el gobierno se refiere a todos los grupos opositores armados, que desde hace casi seis años intentan derrocar al Ejecutivo en una cruenta guerra civil que ya se convirtió en un conflicto de dimensiones mundiales.
"Se espera que las delegaciones lleguen a Ginebra en o en torno al 20 de febrero para permitir consultas previas con el enviado especial (de la ONU) y su equipo antes del comienzo formal de las negociaciones intrasirias previsto para el día 23", informó a la prensa la vocera de De Mistura, Yara Sharif, en un breve comunicado.
La vocera de De Mistura no detalló qué gobiernos y milicias fueron invitadas al diálogo de paz que reanudará la semana próxima; sólo informó que la ONU trabaja "activamente" para que el Ejecutivo sirio de Bashar al Assad y grupos de la oposición participen de la primera ronda de charlas auspiciada por la organización internacional en los últimos 10 meses.
El diálogo de paz en Suiza tuvo varias rondas a lo largo de los casi seis años de guerra siria, pero nunca logró avanzar demasiado. Por un lado, porque muchos de las fuerzas beligerantes no estaban representadas y, por otro, porque gobierno y oposición nunca lograron ponerse de acuerdo sobre una agenda mínima.
Una de las grandes incógnitas ahora es si De Mistura invitó a los tres promotores del diálogo de paz paralelo para Siria iniciado el 23 y 24 de enero pasado en Astaná, la capital de Kazajistán: Rusia, Turquía e Irán.
Tampoco está claro cómo interactuarán estos dos procesos de paz.
El segundo encuentro del diálogo de paz de Astaná fue convocado para el miércoles y el jueves próximos, y uno de los temas centrales será negociar un fortalecimiento del alto el fuego en toda Siria, un acuerdo oficialmente vigente desde el 30 de diciembre pasado, pero que fue denunciado en repetidas ocasiones por ambos bandos.
El fin de semana pasado el gobierno de Kazajistán invitó al gobierno de Al Assad y a grupos de la oposición armada a la segunda ronda de diálogo de paz en Astaná y algunos líderes milicianos sirios ya adelantaron a la agencia de noticias Reuters que no viajarán.
Según el texto, se busca "la liberación de muchos civiles y militares secuestrados por grupos terroristas", como el gobierno se refiere a todos los grupos opositores armados, que desde hace casi seis años intentan derrocar al Ejecutivo en una cruenta guerra civil que ya se convirtió en un conflicto de dimensiones mundiales.