El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, señaló ayer que no teme a los hinchas violentos en el Mundial de Rusia de 2018, pese a las supuestas amenazas contra seguidores extranjeros. "No estoy preocupado por los problemas y la violencia en 2018, confío plenamente en las autoridades rusas, se están tomando este asunto muy seriamente", declaró Infantino a la AFP en un encuentro con un grupo de periodistas en Doha. Infantino indicó que los organizadores rusos están en contacto con la Fifa, la Uefa y los encargados de la Eurocopa de Francia de 2016. En ese último torneo, los hinchas rusos e ingleses protagonizaron duros enfrentamientos. El máximo responsable de la instancia futbolística añadió que Rusia es un "país hospitalario que quiere unirse a la fiesta del fútbol". La afirmación se produce antes de la difusión de un documental en un canal británico. Precisamente, este reportaje asegura que los aficionados violentos rusos amenazan a los ingleses que se desplazarán a su país. Los hinchas rusos advirtieron de que el Mundial de 2018 será un "festival de violencia". Por su parte, el viceprimer ministro ruso encargado de Deportes, Vitali Mutko, rechazó dejar su cargo de jefe de organización del Mundial, al negar cualquier relación con el escándalo de dopaje de los deportistas rusos. Mutko será candidato en abril a un nuevo mandato en el seno de la instancia internacional.
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El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, señaló ayer que no teme a los hinchas violentos en el Mundial de Rusia de 2018, pese a las supuestas amenazas contra seguidores extranjeros. "No estoy preocupado por los problemas y la violencia en 2018, confío plenamente en las autoridades rusas, se están tomando este asunto muy seriamente", declaró Infantino a la AFP en un encuentro con un grupo de periodistas en Doha. Infantino indicó que los organizadores rusos están en contacto con la Fifa, la Uefa y los encargados de la Eurocopa de Francia de 2016. En ese último torneo, los hinchas rusos e ingleses protagonizaron duros enfrentamientos. El máximo responsable de la instancia futbolística añadió que Rusia es un "país hospitalario que quiere unirse a la fiesta del fútbol". La afirmación se produce antes de la difusión de un documental en un canal británico. Precisamente, este reportaje asegura que los aficionados violentos rusos amenazan a los ingleses que se desplazarán a su país. Los hinchas rusos advirtieron de que el Mundial de 2018 será un "festival de violencia". Por su parte, el viceprimer ministro ruso encargado de Deportes, Vitali Mutko, rechazó dejar su cargo de jefe de organización del Mundial, al negar cualquier relación con el escándalo de dopaje de los deportistas rusos. Mutko será candidato en abril a un nuevo mandato en el seno de la instancia internacional.