El embajador ruso en Naciones Unidas, Vitaly Churkin, murió ayer repentinamente en Nueva York tras sentirse mal en su trabajo, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, en medio de profundo pesar de funcionarios y diplomáticos de la ONU.
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El embajador ruso en Naciones Unidas, Vitaly Churkin, murió ayer repentinamente en Nueva York tras sentirse mal en su trabajo, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, en medio de profundo pesar de funcionarios y diplomáticos de la ONU.
El Ministerio no dio detalles sobre la circunstancia de la muerte, pero ofreció condolencias a sus familiares y dijo que el diplomático había muerto un día antes de su cumpleaños número 65. También declinó comentar reportes de que Churkin había sido llevado al hospital poco antes de su muerte.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, expresó su pesar por la repentina muerte de Churkin, a quien tenía en gran estima, informó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
"El presidente valoraba altamente la profesionalidad y el talante diplomático de Churkin", declaró el portavoz, quien añadió que Putin quedó "muy afectado al recibir la noticia".