En su cabeza, la idea de Marcelo Gallardo siempre fue y será que sus equipos sean los protagonistas a través del despliegue de fútbol. Para eso, necesita un conductor. Su premisa se ata a un enganche, puesto vacante en River desde hace tiempo.
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En su cabeza, la idea de Marcelo Gallardo siempre fue y será que sus equipos sean los protagonistas a través del despliegue de fútbol. Para eso, necesita un conductor. Su premisa se ata a un enganche, puesto vacante en River desde hace tiempo.
En este sentido nace para la siguiente pregunta: ¿Cómo planea el DT reinventar un plantel sin un conductor nato y sin chances de incorporar en ese puesto debido a las dificultades del mercado?
El 4-2-2-2, marca registrada de este River de Gallardo, es un esquema que el Muñeco adoptó debido a los recursos de su plantel. Su idea de juego se basa y gira en torno a un enganche. Rol que hoy por hoy no dispone a mano. El “Pity” Martínez no encuentra estabilidad jugando por la banda, mucho menos lo haría como conductor. Andrade todavía no tiene el rodaje suficiente.
¿Por qué no buscarlo afuera y reforzar el plantel? Claro, esa es la alternativa más concreta, pero inviable a la vez. ¿Por qué? No hay jugadores en esa posición que reúnan los requisitos para poder incorporarlo: con categoría para jerarquizar al plantel, del gusto de Gallardo, que su equipo este dispuesto a negociarlo, y que su precio sea coherente. Un ejemplo de esto fue la frustrada llegada de Enzo Pérez. Ahí es donde aparece “Nacho” Fernández, él será el encargado de tratar de conducir y canalizar el fútbol de este River.