Jujuy es mundialmente conocida por su riqueza y diversidad cultural. El teatro producido en la provincia es parte de este maravilloso patrimonio. Hace muchos años que estudio al teatro jujeño y, advertí pronto que no corrió la misma suerte que otras artes como la literatura o la música: de las que mucho y bueno se escribió. En parte, gracias a este trabajo, conocemos bien a nuestros escritores y músicos. Considero que, en este sentido, tenemos una deuda con nuestro teatro jujeño. Por este motivo, nos pareció estimulante abrir este espacio: una columna dominical, en la que podamos compartir la historia y actualidad del teatro producido en la provincia de Jujuy. ¿Se animan a seguirnos?
Quizá muchos de ustedes, reconozcan a familiares y amigos que forman parte de esta historia. Siempre es gratificante compartir y, guardar el recorte de prensa en el que nuestros conocidos son protagonistas. La columna está pensada también para los curiosos, aquellos que siempre quieren saber más y, se preguntan qué pasó con aquel artista o, con aquel grupo de teatro. Quizá, algunos docentes encuentren en este espacio dominical contenidos que puedan compartir con sus alumnos, así como comparten novelas, cuentos, poemas o canciones jujeñas.
El otro propósito de esta columna es convocar al público. José Luis Valenzuela expuso claramente la situación del teatro en el NOA, cuando subtituló su texto: "Salas vacías, escenarios llenos"(1) , señalando así que la principal crisis del teatro contemporáneo local es la pérdida de público. Considero que hoy, más que nunca, el teatro necesita fortalecer alianzas con los medios de comunicación. Estoy convencida de que no hay posibilidad ni estrategia para recuperar al público, que no precise la intervención de los medios de comunicación. En este sentido, espero que esta humilde columna realice un pequeño aporte en función de recuperar, construir y actualizar al público teatral jujeño. Me alienta saber que las salas no siempre estuvieron vacías en Jujuy: nuestro teatro tuvo un enorme acompañamiento del público local.
Para cerrar esta primera nota editorial sobre los propósitos y fundamentos de la columna, les confieso que escribir sobre teatro más que una profesión es casi un sacerdocio; es un impulso creativo que nace de la fascinación por compartir con otros aquello que nos conmueve, nos estimula o simplemente nos releva otros temas de interés. Con el nacimiento de la primera expresión teatral, se produjo el primer pensamiento sobre la misma. Práctica y teoría teatral son una misma cosa, un ying / yang: opuestos complementarios integrados en un mismo concepto. Nunca el artista pudo esquivar su respuesta a la teoría, el teórico dejar de alimentarse de la práctica escénica, ni el público demostrar su aceptación o rechazo a las obras. Artistas, pensadores y públicos piensan al teatro bajo diferentes formas: ninguna mejor que la otra, sólo diferentes.
Por este motivo, esta columna es un espacio de encuentro entre la práctica, la teoría y la opinión del público. Por supuesto, aquello que se muestra como resultado al público y/o lector, no tiene por qué ser del gusto de todos. Pero nunca hay que perder de vista que lo que experimenta el público en la sala y, lo que opinan los lectores de esta columna, ya no pertenece ni al artista ni al columnista: el resultado tiene vida propia, la que ustedes quieran darle.
Como estamos en la era de la "comunicación interactiva", les comparto el espacio: hagámoslo juntos! Pueden escribir a [email protected], una casilla de mail donde recibiremos propuestas y opiniones, para que podamos hacer de este lugar un espacio de encuentro plural y compartido. Los espero el próximo domingo.
(1) José Luis Valenzuela, Mario Costello y, Patricia Monserrat Rodríguez, Un teatro apenas visible. Escenas en el norte argentino, Jujuy, INT, 2012. Valenzuela es director, pedagogo e investigador teatral. Dirigió más de cuarenta espectáculos. Ejerce como docente en universidades argentinas (Córdoba, Cuyo y Rosario). Ha realizado un valioso aporte a la teatrología, participando en congresos/encuentros internacionales y, publicando libros especializados. Ofrecemos aquí un link de descarga gratuita de uno de sus libros: La risa de las piedras: grupo y creación en el teatro de Paco Giménez,2009, disponible en: editorial. inteatro.gob.ar /librosPDF/ La_risa_piedras.pdf.
Quizá muchos de ustedes, reconozcan a familiares y amigos que forman parte de esta historia. Siempre es gratificante compartir y, guardar el recorte de prensa en el que nuestros conocidos son protagonistas. La columna está pensada también para los curiosos, aquellos que siempre quieren saber más y, se preguntan qué pasó con aquel artista o, con aquel grupo de teatro. Quizá, algunos docentes encuentren en este espacio dominical contenidos que puedan compartir con sus alumnos, así como comparten novelas, cuentos, poemas o canciones jujeñas.
El otro propósito de esta columna es convocar al público. José Luis Valenzuela expuso claramente la situación del teatro en el NOA, cuando subtituló su texto: "Salas vacías, escenarios llenos"(1) , señalando así que la principal crisis del teatro contemporáneo local es la pérdida de público. Considero que hoy, más que nunca, el teatro necesita fortalecer alianzas con los medios de comunicación. Estoy convencida de que no hay posibilidad ni estrategia para recuperar al público, que no precise la intervención de los medios de comunicación. En este sentido, espero que esta humilde columna realice un pequeño aporte en función de recuperar, construir y actualizar al público teatral jujeño. Me alienta saber que las salas no siempre estuvieron vacías en Jujuy: nuestro teatro tuvo un enorme acompañamiento del público local.
Para cerrar esta primera nota editorial sobre los propósitos y fundamentos de la columna, les confieso que escribir sobre teatro más que una profesión es casi un sacerdocio; es un impulso creativo que nace de la fascinación por compartir con otros aquello que nos conmueve, nos estimula o simplemente nos releva otros temas de interés. Con el nacimiento de la primera expresión teatral, se produjo el primer pensamiento sobre la misma. Práctica y teoría teatral son una misma cosa, un ying / yang: opuestos complementarios integrados en un mismo concepto. Nunca el artista pudo esquivar su respuesta a la teoría, el teórico dejar de alimentarse de la práctica escénica, ni el público demostrar su aceptación o rechazo a las obras. Artistas, pensadores y públicos piensan al teatro bajo diferentes formas: ninguna mejor que la otra, sólo diferentes.
Por este motivo, esta columna es un espacio de encuentro entre la práctica, la teoría y la opinión del público. Por supuesto, aquello que se muestra como resultado al público y/o lector, no tiene por qué ser del gusto de todos. Pero nunca hay que perder de vista que lo que experimenta el público en la sala y, lo que opinan los lectores de esta columna, ya no pertenece ni al artista ni al columnista: el resultado tiene vida propia, la que ustedes quieran darle.
Como estamos en la era de la "comunicación interactiva", les comparto el espacio: hagámoslo juntos! Pueden escribir a [email protected], una casilla de mail donde recibiremos propuestas y opiniones, para que podamos hacer de este lugar un espacio de encuentro plural y compartido. Los espero el próximo domingo.
(1) José Luis Valenzuela, Mario Costello y, Patricia Monserrat Rodríguez, Un teatro apenas visible. Escenas en el norte argentino, Jujuy, INT, 2012. Valenzuela es director, pedagogo e investigador teatral. Dirigió más de cuarenta espectáculos. Ejerce como docente en universidades argentinas (Córdoba, Cuyo y Rosario). Ha realizado un valioso aporte a la teatrología, participando en congresos/encuentros internacionales y, publicando libros especializados. Ofrecemos aquí un link de descarga gratuita de uno de sus libros: La risa de las piedras: grupo y creación en el teatro de Paco Giménez,2009, disponible en: editorial. inteatro.gob.ar /librosPDF/ La_risa_piedras.pdf.
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Jujuy es mundialmente conocida por su riqueza y diversidad cultural. El teatro producido en la provincia es parte de este maravilloso patrimonio. Hace muchos años que estudio al teatro jujeño y, advertí pronto que no corrió la misma suerte que otras artes como la literatura o la música: de las que mucho y bueno se escribió. En parte, gracias a este trabajo, conocemos bien a nuestros escritores y músicos. Considero que, en este sentido, tenemos una deuda con nuestro teatro jujeño. Por este motivo, nos pareció estimulante abrir este espacio: una columna dominical, en la que podamos compartir la historia y actualidad del teatro producido en la provincia de Jujuy. ¿Se animan a seguirnos?
Quizá muchos de ustedes, reconozcan a familiares y amigos que forman parte de esta historia. Siempre es gratificante compartir y, guardar el recorte de prensa en el que nuestros conocidos son protagonistas. La columna está pensada también para los curiosos, aquellos que siempre quieren saber más y, se preguntan qué pasó con aquel artista o, con aquel grupo de teatro. Quizá, algunos docentes encuentren en este espacio dominical contenidos que puedan compartir con sus alumnos, así como comparten novelas, cuentos, poemas o canciones jujeñas.
El otro propósito de esta columna es convocar al público. José Luis Valenzuela expuso claramente la situación del teatro en el NOA, cuando subtituló su texto: "Salas vacías, escenarios llenos"(1) , señalando así que la principal crisis del teatro contemporáneo local es la pérdida de público. Considero que hoy, más que nunca, el teatro necesita fortalecer alianzas con los medios de comunicación. Estoy convencida de que no hay posibilidad ni estrategia para recuperar al público, que no precise la intervención de los medios de comunicación. En este sentido, espero que esta humilde columna realice un pequeño aporte en función de recuperar, construir y actualizar al público teatral jujeño. Me alienta saber que las salas no siempre estuvieron vacías en Jujuy: nuestro teatro tuvo un enorme acompañamiento del público local.
Para cerrar esta primera nota editorial sobre los propósitos y fundamentos de la columna, les confieso que escribir sobre teatro más que una profesión es casi un sacerdocio; es un impulso creativo que nace de la fascinación por compartir con otros aquello que nos conmueve, nos estimula o simplemente nos releva otros temas de interés. Con el nacimiento de la primera expresión teatral, se produjo el primer pensamiento sobre la misma. Práctica y teoría teatral son una misma cosa, un ying / yang: opuestos complementarios integrados en un mismo concepto. Nunca el artista pudo esquivar su respuesta a la teoría, el teórico dejar de alimentarse de la práctica escénica, ni el público demostrar su aceptación o rechazo a las obras. Artistas, pensadores y públicos piensan al teatro bajo diferentes formas: ninguna mejor que la otra, sólo diferentes.
Por este motivo, esta columna es un espacio de encuentro entre la práctica, la teoría y la opinión del público. Por supuesto, aquello que se muestra como resultado al público y/o lector, no tiene por qué ser del gusto de todos. Pero nunca hay que perder de vista que lo que experimenta el público en la sala y, lo que opinan los lectores de esta columna, ya no pertenece ni al artista ni al columnista: el resultado tiene vida propia, la que ustedes quieran darle.
Como estamos en la era de la "comunicación interactiva", les comparto el espacio: hagámoslo juntos! Pueden escribir a [email protected], una casilla de mail donde recibiremos propuestas y opiniones, para que podamos hacer de este lugar un espacio de encuentro plural y compartido. Los espero el próximo domingo.
(1) José Luis Valenzuela, Mario Costello y, Patricia Monserrat Rodríguez, Un teatro apenas visible. Escenas en el norte argentino, Jujuy, INT, 2012. Valenzuela es director, pedagogo e investigador teatral. Dirigió más de cuarenta espectáculos. Ejerce como docente en universidades argentinas (Córdoba, Cuyo y Rosario). Ha realizado un valioso aporte a la teatrología, participando en congresos/encuentros internacionales y, publicando libros especializados. Ofrecemos aquí un link de descarga gratuita de uno de sus libros: La risa de las piedras: grupo y creación en el teatro de Paco Giménez,2009, disponible en: editorial. inteatro.gob.ar /librosPDF/ La_risa_piedras.pdf.
Quizá muchos de ustedes, reconozcan a familiares y amigos que forman parte de esta historia. Siempre es gratificante compartir y, guardar el recorte de prensa en el que nuestros conocidos son protagonistas. La columna está pensada también para los curiosos, aquellos que siempre quieren saber más y, se preguntan qué pasó con aquel artista o, con aquel grupo de teatro. Quizá, algunos docentes encuentren en este espacio dominical contenidos que puedan compartir con sus alumnos, así como comparten novelas, cuentos, poemas o canciones jujeñas.
El otro propósito de esta columna es convocar al público. José Luis Valenzuela expuso claramente la situación del teatro en el NOA, cuando subtituló su texto: "Salas vacías, escenarios llenos"(1) , señalando así que la principal crisis del teatro contemporáneo local es la pérdida de público. Considero que hoy, más que nunca, el teatro necesita fortalecer alianzas con los medios de comunicación. Estoy convencida de que no hay posibilidad ni estrategia para recuperar al público, que no precise la intervención de los medios de comunicación. En este sentido, espero que esta humilde columna realice un pequeño aporte en función de recuperar, construir y actualizar al público teatral jujeño. Me alienta saber que las salas no siempre estuvieron vacías en Jujuy: nuestro teatro tuvo un enorme acompañamiento del público local.
Para cerrar esta primera nota editorial sobre los propósitos y fundamentos de la columna, les confieso que escribir sobre teatro más que una profesión es casi un sacerdocio; es un impulso creativo que nace de la fascinación por compartir con otros aquello que nos conmueve, nos estimula o simplemente nos releva otros temas de interés. Con el nacimiento de la primera expresión teatral, se produjo el primer pensamiento sobre la misma. Práctica y teoría teatral son una misma cosa, un ying / yang: opuestos complementarios integrados en un mismo concepto. Nunca el artista pudo esquivar su respuesta a la teoría, el teórico dejar de alimentarse de la práctica escénica, ni el público demostrar su aceptación o rechazo a las obras. Artistas, pensadores y públicos piensan al teatro bajo diferentes formas: ninguna mejor que la otra, sólo diferentes.
Por este motivo, esta columna es un espacio de encuentro entre la práctica, la teoría y la opinión del público. Por supuesto, aquello que se muestra como resultado al público y/o lector, no tiene por qué ser del gusto de todos. Pero nunca hay que perder de vista que lo que experimenta el público en la sala y, lo que opinan los lectores de esta columna, ya no pertenece ni al artista ni al columnista: el resultado tiene vida propia, la que ustedes quieran darle.
Como estamos en la era de la "comunicación interactiva", les comparto el espacio: hagámoslo juntos! Pueden escribir a [email protected], una casilla de mail donde recibiremos propuestas y opiniones, para que podamos hacer de este lugar un espacio de encuentro plural y compartido. Los espero el próximo domingo.
(1) José Luis Valenzuela, Mario Costello y, Patricia Monserrat Rodríguez, Un teatro apenas visible. Escenas en el norte argentino, Jujuy, INT, 2012. Valenzuela es director, pedagogo e investigador teatral. Dirigió más de cuarenta espectáculos. Ejerce como docente en universidades argentinas (Córdoba, Cuyo y Rosario). Ha realizado un valioso aporte a la teatrología, participando en congresos/encuentros internacionales y, publicando libros especializados. Ofrecemos aquí un link de descarga gratuita de uno de sus libros: La risa de las piedras: grupo y creación en el teatro de Paco Giménez,2009, disponible en: editorial. inteatro.gob.ar /librosPDF/ La_risa_piedras.pdf.