Cientos de manifestantes ocupaban ayer el Ministerio brasileño de Hacienda, en el marco de huelgas y masivas protestas en Sao Paulo y otras ciudades contra los ajustes impulsados por el Gobierno de Michel Temer.
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Cientos de manifestantes ocupaban ayer el Ministerio brasileño de Hacienda, en el marco de huelgas y masivas protestas en Sao Paulo y otras ciudades contra los ajustes impulsados por el Gobierno de Michel Temer.
El Ministerio de Hacienda, en Brasilia, fue ocupado hacia las 05 por unos 500 militantes del Movimiento de trabajadores rurales Sin Tierra (MST), que colgaron pancartas para denunciar los proyectos de reforma del régimen de las jubilaciones y de la ley laboral.
Las autoridades indicaron que los participantes en "la invasión" eran unos 200, que "provocaron daños materiales". El MST estimó que eran 1.500.
Por otro lado, unas 5.000 personas, según la Policía, participaron en la protesta contra el gobierno en la Explanada de los Ministerios de Brasilia.
Con cruces blancas y un ataúd de cartón instalados frente al Congreso, los manifestantes rechazaron el proyecto de reforma del sistema de jubilaciones que, de aprobarse sin cambios, exigirá cotizaciones durante 49 años para obtener el beneficio integral de las pensiones.
Sao Paulo, capital económica del país, amaneció sin metro y con pocos autobuses, aunque esos servicios se restablecían paulatinamente.
La Central Única de Trabajadores (CUT) y otras organizaciones gremiales convocaron a un acto, así como en decenas de ciudades, para defender "los derechos sociales".
Las protestas se extendían a más de 20 capitales de todo el país. En Belo Horizonte (estado de Minas Gerais, sudeste) los organizadores reportaron más de 100 mil manifestantes, unos 30 mil en Fortaleza.