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Incidentes marcaron el cierre del acto

Un grupo de personas insultó a los líderes cegetistas y generaron disturbios al tiempo que coparon el escenario.

Martes, 07 de marzo de 2017 21:38

El multitudinario acto de la CGT finalizó ayer con insultos a los jefes cegetistas y disturbios cerca del palco oficial, que empañaron el clima de convivencia que había caracterizado la movilización.

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El multitudinario acto de la CGT finalizó ayer con insultos a los jefes cegetistas y disturbios cerca del palco oficial, que empañaron el clima de convivencia que había caracterizado la movilización.

A los empujones y las corridas, los incidentes del final fueron iniciados por un sector del gremio de Camioneros como demostración de disgusto porque la central obrera no fijó una fecha para el paro general. Y, casi en simultáneo, un grupo vinculado al municipio de Berazategui profundizó la situación al insultar a los líderes del triunvirato -Juan Carlos Schmid, Carlos Acuña y Héctor Daer- que debieron refugiarse en la sede de la Federación de Empleados de Comercio, y subirse al escenario principal.

El primer punto de quiebre que hubo en la movilización -que contó con la participación heterogénea del peronismo ortodoxo, el kirchnerismo, los sectores de izquierda, los gremios de las dos CTA y los tradicionales de la CGT- fue el furcio que tuvo en su discurso uno de los miembros del triunvirato Héctor Daer, quien dijo: "El paro será a fin de año... a fin de marzo".

En ese momento, la muchedumbre que estaba cerca del palco escuchando el discurso comprendía que no se iba a declarar un paro general con fecha y el clima comenzó a enrarecerse.

En los disturbios, Pablo Moyano y varios de sus custodias protagonizaron una escaramuza en la que el hijo del exsecretario general de la CGT fue agredido, mientras en cambio su hermano Facundo Moyano se retiró de la marcha con normalidad, según aseguraron fuentes cercanas al diputado nacional del Frente Renovador.

Sobre los incidentes, Daer manifestó que "los desubicados que estuvieron al final fue algo premeditado, porque nadie se pone en la parte de atrás de un palco para ver el espectáculo del acto. Esto fue premeditado para que, cuando bajáramos del palco, se armaran los tumultos que se produjeron".

Tras responsabilizar a "gente de Berazategui" por los disturbios, Daer dijo que "había una gran bandera del municipio de Berazategui, que se colocó de espaldas al palco para generar este tumulto".

A diferencia de otros tiempos, mientras se escuchaba la marcha peronista como cierre del acto de la CGT, un grupo comenzó a insultar a los dirigentes sindicales que se retiraron en medio de agravios. En tanto, el palco era colmado por otros trabajadores que se adueñaron de símbolos de la central obrera.

Ante las acusaciones contra trabajadores del municipio de Berazategui, desde el círculo íntimo del intendente Patricio Mussi desmintieron a Télam la versión de Daer y aseguraron que "cuando comenzaron los disturbios, los trabajadores de Berazategui desconcentraron y ninguno de ellos se subió al escenario".

En menor medida, los incidentes se trasladaron más tarde a la Plaza de Mayo, donde un grupo reducido de personas arrojó piedras a efectivos de la Policía Federal, que los dispersó con el cuerpo motorizado y la infantería, sin que se produjeran detenciones.