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EEUU lanzó la "Madre de todas las bombas"

Se trata de un proyectil no nuclear diseñado para destruir complejos de cuevas y túneles subterráneos. El Pentágono explicó que el operativo apuntó contra los terroristas del Estado Islámico y su infraestructura.

Jueves, 13 de abril de 2017 19:47

Estados Unidos arrojó por primera vez en un conflicto la "Madre de todas las bombas" contra un complejo de túneles del Estado Islámico (EI) en la provincia de Nangarhar (Afganistán), informó ayer el Pentágono.

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Estados Unidos arrojó por primera vez en un conflicto la "Madre de todas las bombas" contra un complejo de túneles del Estado Islámico (EI) en la provincia de Nangarhar (Afganistán), informó ayer el Pentágono.

 

La bomba MOAB pesa 10 toneladas y explota al llegar al suelo. El radio de acción está en el orden de 1,5 kilómetros.

Es la primera vez en la historia que Estados Unidos utiliza la bomba GBU-43 Massive Ordnance Air Blast (MOAB), un gigantesco proyectil de unas 10 toneladas de peso, diseñado para destruir complejos de cuevas y túneles subterráneos.

 

Esta demostración de fuerza se suma al reciente ataque a una base aeronáutica militar siria con 59 misiles crucero y la aproximación del portaaviones Carl Vinson a las costas de Corea del Norte, y marca una nueva tónica que se inició con la presidencia de Donald Trump.

El lanzamiento, normalmente llevado a cabo por un Hércules C130, se reveló pocas horas después de tener lugar en el distrito de Achin a las 19.32 hora local, una premura poco habitual en operaciones de este tipo.

La provincia de Nangarhar, en el este afgano y cerca de la frontera con Pakistán, es la remota región en la que los yihadistas del EI se han asentado para ampliar su presencia en la que llaman provincia de Jorasán (parte de su autodeclarado califato).

Según la misión de la Otan en Afganistán, Apoyo Decidido, el número de integrantes del EI en el país se ha reducido a la mitad en los últimos dos años y ha perdido más del 60 % del territorio que controlaban gracias a los operativos de las tropas, que se concentran ahora en Nangarhar.

"El bombardeo estaba diseñado para minimizar el riesgo para las fuerzas afganas estadounidenses que realizan operaciones sobre el terreno en esa zona, al tiempo que se maximiza la destrucción de combatientes e instalaciones del EI-Jorasán", explicó el Pentágono.

"Esta es la munición adecuada para reducir los obstáculos y mantener el ritmo de la ofensiva contra el EI-

Jorasán", explicó el general John W. Nicholson, comandante de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, quien recordó que los yihadistas han estado trabajando en defensas subterráneas y búnkers.

Estados Unidos ha realizado operaciones antiterroristas en esa zona; en una de las últimas, el 8 de abril, falleció un miembro de las fuerzas especiales en combate cara a cara con los yihadistas.

El uso de la "Madre de todas las bombas", que mata con la imponente presión de aire que genera, indicaría que la zona estaba ampliamente ocupada por operativos e instalaciones del EI, sin evidente presencia civil.

El Pentágono aseguró ayer que "se tomaron las precauciones para evitar víctimas civiles", pese a que el proyectil, que es guiado al objetivo solo durante la caída, no es considerada de precisión.

Además, el uso de este proyectil es un mensaje de combate claro hacia el EI y sirve de muestra al mundo del poderío militar estadounidense.

El Pentágono ha enviado drones de reconocimiento y utiliza satélites para cuantificar el daño y resultado del lanzamiento de la bomba.

Cómo es la bomba lanzada

Desarrollada a principios del siglo XXI, en base a la BLU-82 utilizada en la Guerra de Vietnam, se la denominó con el nombre de GBU-43. Incluso, en el 2003 fue enviada a Irak pero finalmente no fue lanzada en ese momento.

La MOAB (Massive Ordnance Air Blast) fue rebautizada como “Mo ther Of All Bombs”.

La primera vez que se probó fue el 11 de marzo de 2003 en la Base Aérea Eglin, en la Florida, con una carga superior a las 8 toneladas.

El alcance destructivo de la GBU-43 es de 1.500 metros y, por su gran tamaño, debe ser lanzada por un avión de carga C-130.

Las medidas del artefacto bélico son 9170 mm de largo, 1029 mm de diámetro y pesa 9,5 toneladas, de los cuales 8.4 son explosivos.
 

El Goberino había sido informado 

Por su parte, el gobierno afgano afirmó que había sido informado por Estados Unidos del lanzamiento de la bomba y que estaba evaluando el bombardeo.

“El gobierno afgano estaba informado del ataque aéreo por fuerzas estadounidenses en el distrito Achin en Nangarhar”, publicó en Twitter Shah Hussain Murtazavi, portavoz del presidente afgano, Ashraf Gani.

El despacho del gobernador de Nangarhar confirmó además que “miembros clave” del grupo yihadista fueron abatidos y que el refugio del EI en esa área fue “destruido”, aunque no pudo precisar detalles.

En cambio, el expresidente Hamid Karzai condenó el ataque aéreo y el uso de este tipo de armamento por parte de Estados Unidos en el país asiático.

“Vehementemente y en los términos más duros condeno el lanzamiento del último arma, la mayor bomba no nuclear en Afganistán por los Estados Unidos”, señaló Karzai en su cuenta de Twitter .

El hombre que dirigió Afganistán entre 2004 y 2014 declaró que “esto no es la guerra contra el terror, sino el uso equivocado inhumano y más brutal de nuestro país como terreno de pruebas para nuevas y peligrosas armas”, agregó.

Por su parte, el presidente Donald Trump, no indicó si autorizó personalmente la ejecución de la misión y se limitó a decir que se le dio “total autorización” al Ejército estadounidense y por eso “fue tan exitoso”.

Son miles las víctimas en medio de los combates 

Más de 2.500 miembros del EI murieron en combates con las fuerzas afganas desde marzo de 2016, dejando menos de 400 insurgentes en sus filas, informó a principios de este mes un vocero de las fuerzas armadas afganas.

La defensa afgana no distingue entre los talibanes y los seguidores del califato y afirman que “cualquiera que suponga una amenaza para la seguridad nacional” se convierte en objetivo militar.

Poco después de que en 2015 se confirmase la presencia de los yihadistas en Afganistán, Naciones Unidas estimó que el grupo contaba con entre mil y 3 mil miembros en el país asiático.

Aunque a principios de 2016 las autoridades afganas anunciaron su derrota, no han cesado los combates entre fuerzas afganas y esta organización ni sus ataques en varias partes del país.

Su último atentado de envergadura fue perpetrado en marzo de este año contra un hospital militar en Kabul, una acción en la que perecieron 35 personas y otras 53 resultaron heridas.

Por otro lado, según la misión de la ONU en Afganistán (Unama), el año 2016 fue el más cruento para la población civil en Afganistán desde que empezó a contar los fallecidos y lesionados en 2009, al contabilizar 11.418 víctimas (3.498 muertos y 7.920 heridos).

En medio del recrudecimiento del conflicto, también las bajas entre las fuerzas de seguridad aumentaron el pasado año hasta alcanzar casi 7 mil muertos hasta noviembre.