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En Purmamarca

Sabado, 15 de abril de 2017 15:37

PURMAMARCA (Corresponsal). Rememorando la pasión y muerte de Jesucristo, la feligresía purmamarqueña junto a una gran cantidad de turistas y visitantes, realizó el Vía Crucis por las calles del pueblo la noche del viernes santo orando principalmente por las familias y por toda la unión de toda la comunidad.

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PURMAMARCA (Corresponsal). Rememorando la pasión y muerte de Jesucristo, la feligresía purmamarqueña junto a una gran cantidad de turistas y visitantes, realizó el Vía Crucis por las calles del pueblo la noche del viernes santo orando principalmente por las familias y por toda la unión de toda la comunidad.

La peregrinación se inició poco después de las 18.30 y partió desde la capilla Santa Rosa de Lima para recorrer distintas calles del pueblo y culminar cerca de las 21, de retorno a la iglesia.

Después del mediodía del viernes santo, las familias de Purmamarca iniciaron con los preparativos de cada una de las 14 estaciones a recorrer, es así que empezaron a armarlas con arcos de flores, como es costumbre en esta zona.

Los ramos de uva blanca y negra acompañaron los cuadros que lucieron otras frutas y verduras de estación, como así también distintas semillas y dibujos que señalaron que número de estación y qué representaba en ella.

Mientras tanto en la capilla Santa Rosa de Lima, los feligreses se reunieron alrededor de las 17 para la adoración de la cruz junto a los servidores de la misma. Desde allí partieron los creyentes llevando la imagen de Cristo reposando en una urna y con la cruz en alto.

Entonando canciones y elevando oraciones, salieron al encuentro con la primera estación ubicada detrás de la iglesia y de allí retomar por las calles Lavalle y Sarmiento. Posteriormente recorrieron el barrio 10 viviendas, la calle Pantaleón Cruz, Santa Rosa y bajaron por la avenida San Martín.

Después de llegar a la plaza, se dirigieron a la entrada del pueblo y regresaron a la casa de Dios luego de rezar en el Cristo ubicado detrás de la capilla. Cada paso de la peregrinación fue un ejercicio piadoso y comprometido por parte de cada uno de los feligreses que asistieron, quienes rememorando el sufrimiento de Jesús llevando la cruz, pudieron reflexionar sobre las cruces actuales que cada uno lleva en su vida.