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Cambios

Jueves, 27 de abril de 2017 22:17

 

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¡Buen día!

¿Sabe lo que significa neofobia? Horror por lo nuevo, por las innovaciones, por los cambios. La tendencia se va dando a medida que envejecemos. Con todo, hay ancianos que soprenden por su capacidad de cambio. Son los que han ido cultivando su espíritu con el transcurrir de los años, abriéndose a todo lo nuevo que aparecía como bueno.

Aunque... a veces, la noción de cambio es ambivalente en los ancianos. Tengo en mis archivos una página de “El Humor de Quino“. Aparece un viejito cercano a los 90. Sentado frente a él, un muchacho veinteañero, escuhcándolo con atención. Enhebra sus reflexiones:

“¡Cómo cambia uno!... De joven, cree que puede cambiar el mundo... En cambio es el mundo el que nos cambia. Y es que el  mundo no cambia nunca. Basta leer la historia de la humanidad para ver que siempre fue igual... Eso cuando se leía, claro. Porque ¿quién lee hoy? ¡Nadie! ¿Y por qué?... “

El viejito cambia abruptamente  su posición reposada para vibrr con la energía de la rebelión: “¡Porque se ha cambiado todo! ¡Hoy el mundo no es lo que era! Ya no hay vergüenza ni moral, ni nada! ¿Se puede seguir así? ¡No señor! ¡Aquí hay que cambiar todo!

Para ese entonces el chico ha dejado su afable postura de quien escucha con atención, para pasar a la cara de sorpresa y en actitud defensifa. Esto debido a que el viejito le apunta al rostro con el índice, mientras golpea con fuerza el posabrazos del sillón. Su alegato final puede ser de antología: “¡Y si ustedes los jóvenes no evitan que este maldito cambio siga, el mundo no cambiará jamás!”

El próximo cuadro nos presenta al muchachito, de espaldas, alejándose del viejito con los brazos abiertos y como diciendo: “Me tenés...!”

La última figura muestra la figura del viejito profundamente decepcionado, hundida en el sillón, mientras piensa con amargura: “¡Es inútil... Los jóvenes nunca supieron escuchar la voz de la experiencia...!”.

 

¡Hasta mañana!

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