Los partidos de fútbol se ganan con goles. Y así lo hizo Universitario 23 de Agosto al vencer 1 a 0 a Los Perales en el "Fortín Gaucho" que contó con el arbitraje de Víctor Ochoa en el marco de la 4§ fecha del Anual doméstico.
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Los partidos de fútbol se ganan con goles. Y así lo hizo Universitario 23 de Agosto al vencer 1 a 0 a Los Perales en el "Fortín Gaucho" que contó con el arbitraje de Víctor Ochoa en el marco de la 4§ fecha del Anual doméstico.
El arquero de la “academia”, Farfán, fue la figura del equipo al negarle en reiteradas ocasiones los festejos a los intentos del rival.
La primera etapa fue un tanto aburrida donde hubo pocas luces. Sin embargo, la paridad se mantuvo en ese tramo con una reñida disputa de ambos equipos por salir de las reiteradas imprecisiones. La visita con poco no le alcanzó a preocupar la valla del "gaucho" que tuvo la más clara en los pies de "Power" Mamaní pero el delantero se desesperó y remató a las manos de Farfán.
De ahí en más todo fue engorroso y con poca claridad.
La segunda parte fue diferente porque Los Perales quiso hacer valer la localía y por las bandas intentó llevar peligro. Es más con la expulsión de Bejarano en Universitario, por exceso verbal con el árbitro, parecía que se le iba a ser más fácil lograr la ventaja pero no. El "gaucho" pecó por confiado y padeció las buenas intervenciones del golero Farfán. Primero fue Maita que entrando sólo por derecha definió al cuerpo del guardametas que le achicó los espacios.
Garnier, DT de la "academia", avispado por los embates se las jugó y realizó un par de cambios que le dieran aire fresco. De todas formas el ingresado Rondón exigió nuevamente a Farfán para despejar la bocha. Entonces ahí se despertó Universitario y empezó con un tiro libre de Reynaga que se fue apenas cerca. Y cuando corrían 32' el mismo volante creativo armó un "jugadón" para ceder a March que dentro del área fue derribado por Benítez. De la ejecución del pelea se encargó Reynaga para poner arriba a la vista.
Los Perales no se quedó y mediante pelotazos buscó llegar al arco de enfrente, pero el tiempo se esfumó y la sacrificada victoria le quedó al rival