Pese a la lluvia y a la baja temperatura, cientos de jujeños participaron ayer de la procesión y posterior misa y bendición de ramos que se realizó en la Catedral Basílica, a cargo del obispo Daniel Fernández.
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Pese a la lluvia y a la baja temperatura, cientos de jujeños participaron ayer de la procesión y posterior misa y bendición de ramos que se realizó en la Catedral Basílica, a cargo del obispo Daniel Fernández.
Los fieles, pasadas las 9.30, empezaron a llegar hasta las escalinatas de la Legislatura jujeña, para ser parte de la procesión que estuvo encabezada por el párroco Manuel Alfaro.
Numerosas familias se enfilaron en la columna que recorrió la plaza Belgrano. Entre cánticos y oraciones, la procesión llegó hasta la Catedral para participar de la ceremonia religiosa que fue oficiada por el obispo.
Misterios de la fe
El obispo jujeño recordó la importancia del Domingo de Ramos. “Hoy abrimos la Semana Santa y a partir de ahora celebramos los misterios principales de nuestra fe, aquellos que le dan sentido, que son la pasión, muerte y resurrección de Jesús”, expresó monseñor Fernández.
Señaló que el objetivo de la Semana Santa es que cada uno “entienda que celebramos algo que nos tiene que tocar el corazón, nos tiene que cambiar y hacer más buenos”.
Misa Crismal
:El miércoles, a las 19, se oficiará la Misa Crismal en el gimnasio del Colegio del Salvador.