El número de personas que carecen de un hogar y viven en las calles se ha ido incrementando en la provincia a lo largo de los años y no sólo en Capital sino también en otras localidades. Las causas directas de este incremento se centralizan en el aumento de la pobreza y en las adicciones. Dos flagelos que deben ser tenidos en cuenta por las autoridades locales ya que traen consigo graves consecuencias.
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El número de personas que carecen de un hogar y viven en las calles se ha ido incrementando en la provincia a lo largo de los años y no sólo en Capital sino también en otras localidades. Las causas directas de este incremento se centralizan en el aumento de la pobreza y en las adicciones. Dos flagelos que deben ser tenidos en cuenta por las autoridades locales ya que traen consigo graves consecuencias.
Ambas problemáticas, en algunas ocasiones, se relacionan ya que muchos hombres al no poder mantener a sus familias toman la drástica decisión de irse de sus hogares y caer en el alcoholismo. De hecho la mayoría de las personas en situación de calle poseen algún tipo de adicción.
Ante esto, emergieron instituciones solidarias que tienen el objetivo de reinsertar en la sociedad a esta población.
Una de ellas es "Por una sonrisa", un grupo de 20 jóvenes que trabaja voluntariamente asistiendo a hombres y mujeres que viven en las calles de San Salvador de Jujuy. Su método de acción es a través de un recorrido nocturno todos los miércoles por los diferentes lugares en los que están apostadas estas personas llevándoles un plato de comida y una charla amena.
A puro pulmón. Preparan la comida con alimentos que los mismos voluntarios recaudan a través de eventos solidarios.
Sobre sus inicios, Marcela Otazo, una de las referentes del grupo, explicó que "decidí dar un paso hacia adelante y formar este grupo al ver a las personas tiradas en la vereda de una calle. Todos pasaban y nadie hacía nada, sola no me animaba a ir a ayudarlos, así que con amigas hicimos una convocatoria vía Facebook y desde allí arrancamos".
La institución nació el 3 de enero y desde allí cada lunes piensan en un menú que con la colaboración de dos cocineras preparan los miércoles a las 19 para luego juntarse a las 21 y empezar el recorrido. Todos los ingredientes de esos platos de comida son suministrados por ellos mismos.
Ya con unos 60 platos distribuidos en las mochilas y bolsos de cada integrante se dirigen al punto de partida: la vieja terminal de ómnibus. Desde allí empieza la travesía. No les importa si hace frío o si llueve, lo único que les importa es llegar a cada rincón de la ciudad en donde alguien los espera para charlar y alimentarse.
La próxima parada son los baños públicos de Lavalle e Yrigoyen, luego continúan por la avenida Yrigoyen y sectores aledaños a la vieja terminal. Terminado ese sector, pasan a la zona céntrica. Las guardias de los hospitales "San Roque" y "Pablo Soria" son las siguientes paradas. De ahí se dirigen al parque San Martín y finalizan el itinerario en el mercado de concentración.
Distribuyen la comida todos los miércoles, a partir de las 21, en que cargan en sus mochilas los 60 platos y comienzan a recorrer.
En cada estación visitan a personas que conocen hace poco, pero entablan diálogos de amigos de toda una vida. Cada uno de ellos, con un carácter particular, les muestra de diferente manera su agradecimiento. Y mientras se deleitan con las ricas comidas que los jóvenes preparan les cuentan historias de su juventud o simplemente lo que hicieron en el día.
"Con un poquito que podamos colaborar, ya sea con un alimento o de forma presencial es de gran ayuda para todas las personas que se encuentran en situación de calle, porque ellos pasan necesidades extremas y a veces si no es por este plato de comida no comen en todo el día. Aportar mi granito de arena me hace muy bien al corazón y al alma", remarcó David Rose, integrante del grupo.
En este sentido dijo que "el agradecimiento no siempre es con palabras, también con una mirada o un abrazo y es mutuo, es un mar de amor, una acción que va y vuelve. Y a nosotros eso nos hace muy bien porque Dios nos da la posibilidad de dar un poquito para ayudar a que salgan adelante".
El acto de dar
Realizar una acción solidaria y donar tiempo a una persona que necesita de eso implica compromiso y responsabilidad. Este trabajo, en muchas ocasiones es criticado por los de afuera y en otras situaciones ocurre lo contrario, las personas se contagian y empiezan a colaborar.
“Esto es como una cadena, yo al sumarme acá empecé a transmitirle a mi familia todo lo que se vive haciendo esto. Entonces comenzaron a colaborar con el grupo. Empezaron a interesarse en estas actividades”, contó Pablo Pereyra.
Lo opuesto a esto son las críticas que vienen de aquella persona que piensa diferente y en vez de colaborar se opone a esta labor desinteresada y altruista. Alejandra Aizama, otra voluntaria, sostuvo que “muchos critican esta tarea, particularmente a mí me tocó perder amigos, porque me decían que perdía el tiempo haciendo esto pero es lo contrario. Lo que yo siempre les dije es que no hago esto para recibir algo a cambio, sino porque lo siento, me sale de adentro”.
“Aunque el tiempo sea limitado, se puede ayudar de alguna u otra forma, no sólo asistir, sino donar mercadería ya estás colaborando con las personas en situación de calle”, dijo Lucía Mamaní.
También participan en las propuestas de otras ongs
Otra de las actividades que lleva a cabo “Por una sonrisa” es la participación en eventos solidarios organizados por ongs jujeñas. En cada encuentro que organizan otras instituciones ellos se suman disfrazados de payaso o animales y juegan con los niños. A principios de año participaron animando a los más chicos vestidos de payaso en un evento a beneficio del comedor “San Pantaleón” organizado por “Almas Solidarias”, también hace poco se disfrazaron de animales y estuvieron en la “ExpoCan” y la semana pasada en un evento de la fundación “Fermín Morales” llevaron sonrisas a los niños que padecen cáncer y asisten a esa institución.
Cuando ocurrieron las inundaciones en Tilcara también estuvieron presentes llevando donaciones de ropa y mercadería que fueron destinadas a los más perjudicados.
La asistencia de comida y contención también la destinaron a hogares en situación de vulnerabilidad.
Es por ello que en las recorridas de los miércoles 5 de los platos de la comida que preparan son dirigidos hacia una familia a la que se le incendió la casa. También colaboraron con personas que requerían de ayuda de El Carmen llevándoles alimentos y artículos para la casa.
Es importante resaltar que las donaciones que entrega el grupo son abastecidas por ellos mismos.
Para junio tienen proyectado organizar su primer festival. El mismo irá destinado a los más chicos ya que contará con actuaciones de payasos y artistas que se dedican a brindar shows infantiles.
Mediante este evento buscan juntar donaciones que irán destinadas a todos aquellos que reciben la ayuda de “Por una sonrisa”.
El grupo aún se encuentra recibiendo a nuevos voluntarios que quieran emprender este camino. Es por ello que convocan a la población a colaborar con ellos, ya sea brindando ingredientes para el menú de los miércoles, participando en las recorridas o donando artículos del hogar que ellos destinarán a las familias que ayudan. Algo muy necesario para esta época del año son las donaciones de abrigo, calzados, colchones o colchas.
Para sumarse o colaborar el número de contacto es: 388-154643405 o vía Facebook: Por Una Sonrisa.
“Les damos esa comida del alma"
La ayuda no sólo se centraliza en darles un alimento, que puede ser el único del día, sino que el hecho de conversar con ellos y hacerles sentir un vínculo de amistad los reconforta y les da esa esperanza que perdieron por diferentes situaciones que se les presentaron a lo largo de sus vidas.
Lucía Mamaní, integrante de “Por una sonrisa”, manifestó por su parte que “yo quise sumarme para colaborar, pero me di cuenta que no sólo se trata de darles alimentos sino también de hablar con ellos. Nos cuentan sus problemas y lo que hicieron durante el día. Esa es otra manera de ayudarlos. También les festejamos sus cumpleaños, le preguntamos qué necesitan y los incentivamos a mejorar su calidad de vida”.
En ese sentido, David Rose señaló que “por ahí tienen hambre de comida pero eso se les pasa, en lo que están desnutridos es en amor y en cariño. Nosotros les damos esa comida del alma”.