El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, se declaró ayer "indignado" por los recientes ataques mortales llevados a cabo contra los cascos azules y los civiles de Bangassou, en el sureste de la República Centroafricana.
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El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, se declaró ayer "indignado" por los recientes ataques mortales llevados a cabo contra los cascos azules y los civiles de Bangassou, en el sureste de la República Centroafricana.
En menos de una semana, seis soldados de la Misión de Naciones Unidas en Centroáfrica (Minusca) han sido asesinados en esta localidad situada a unos 470 km al este de Bangui, en la frontera con la República Democrática del Congo.
"Estos recientes incidentes demuestran que la situación en la República Centroafricana es frágil, de ahí la necesidad de respaldo continuo y apoyos por parte de la región y de la comunidad internacional para sobreponerse a los desafíos a los que el país debe hacer frente", declaró Guterres en un comunicado.