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Provincia de Jujuy, tesoro de la biodiversidad

Los paisajes que podemos observar a lo largo del territorio fueron moldeados por un proceso de evolución.Conservar la diversidad biológica de una región, asegura que los sistemas naturales permanezcan saludables y funcionales.

Lunes, 22 de mayo de 2017 15:18

El término biodiversidad alude a las diversas formas de vida y las interrelaciones que se establecen entre estas formas de vida con su entorno. Hay quienes lo relacionan con el número de especies presentes en un ambiente, así por ejemplo si consideramos un escenario como la Puna y otro como el Chaco Serrano ambos presentes en nuestra provincia, podemos decir sin equivocarnos que la Puna es mucho menos biodiversa que el bosque chaqueño, porque en una hectárea de este último habrá muchas más cantidad de especies que en una hectárea de la Puna.

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El término biodiversidad alude a las diversas formas de vida y las interrelaciones que se establecen entre estas formas de vida con su entorno. Hay quienes lo relacionan con el número de especies presentes en un ambiente, así por ejemplo si consideramos un escenario como la Puna y otro como el Chaco Serrano ambos presentes en nuestra provincia, podemos decir sin equivocarnos que la Puna es mucho menos biodiversa que el bosque chaqueño, porque en una hectárea de este último habrá muchas más cantidad de especies que en una hectárea de la Puna.

Un informe del Ministerio de Ambiente de la Provincia ahondó en la temática, subrayando que no sólo importa el número, sino también qué tipo de formas de vida pueblan esos ambientes. ¿Por qué en la Puna encontramos paisajes que se pierden en el horizonte y en el Chaco no podemos ver más de 10 metros?. La respuesta puede resultar obvia en la Puna: la vegetación con suerte puede alcanzar el metro y medio, pero en el Chaco los árboles pueden alcanzar los 15 metros. Entonces ¿A qué se debe esa diferencia? A las cuestiones ambientales, a la disponibilidad de agua, las variaciones de temperatura y la radiación solar entro otros factores.

En este punto debe considerarse el vínculo que tiene una especie con el ambiente, consecuencia de su adaptación a esas diferencias. Tanto en el Bosque Chaqueño como en la Selva de Yungas los árboles dominan el paisaje, son plantas que presentan un gran desarrollo aéreo, los árboles pueden alcanzar en Yungas más de 35 metros, con hojas amplias, con enormes troncos cubiertos por otras especies vegetales, desde musgo, lianas y enredaderas o epífitas formas, todas adaptadas a captar luz que es el factor limitante en estos ambientes. Las buenas condiciones hídricas y el rico sustrato mineral en los suelos generan un ambiente propicio para que aflore una feroz competencia por alcanzar la luz.

El caso opuesto se da en la pre-puna, la puna y los altos andes, las otras tres ecorregiones que coexisten en suelo jujeño. En estos casos los ambientes ocurren donde el relieve es más elevado y las nubes han ascendido descargando gran parte del agua formando la Selva de montaña o nublada, como se conoce a nuestras Yungas.

Estas ecorregiones, las que están por encima del nivel de nubes son semi desiertos, de vegetación esteparia conformada por vegetales bajos, en forma de semiesferas, con hojas diminutas y un gran desarrollo de sus raíces, consecuencias de adaptación a condiciones de escasez de agua, bajas temperaturas, suelos pobres y una alta radiación solar.

Como se habrá podido notar, las especies que habitan un ambiente son consecuencia de un proceso de adaptación en términos de miles de años a las condiciones que este les impone. Esta adaptación no sólo responde a factores climáticos sino también a la vinculación con las otras especies que conviven en el ecosistema considerado.

En otras palabras los distintos paisajes que podemos observar a lo largo del territorio provincial fueron moldeados por un proceso de evolución que consiste en la tarea nada sencilla, para las especies, de adecuarse y permanecer en el ambiente siempre cumpliendo una función determinada.

Mecanismo de reloj

Cuando uno observa un paisaje, por ejemplo un arroyo está observando un ecosistema y es interesante pensarlo como un mecanismo de reloj a cuerdas, en este paralelismo la elaborada máquina tiene la función de medir en forma exacta el tiempo y cada uno de los engranajes que lo componen actúa para dar la fecha, la hora, los minutos y los segundos. En el ecosistema que consideremos la función general siempre será la misma: hacer el mejor uso posible de energía a través de sus componentes.

En ese arroyo las algas y las plantas sumergidas o fuera de ese cuerpo de agua serán las encargadas de captar la energía del sol y transformarlas en energía aprovechables por otros organismos. Otros eslabones que conocemos como herbívoros, consumirán esos organismos fotosintéticos generando materia y estos a su vez pasarán la energía que acumularon a los consumidores secundarios y ellos a su vez serán consumidos por los predadores. Los remanentes de energía en esta secuencia de comer y ser comido en parte se perderá pero otra parte seguirá usándose para la reintroducción de materia al sistema natural, esta función correrá por cuenta de hongos y bacterias.

Al igual que sucede con el reloj, si una de los organismos se pierde, se afecta todo el resto del mecanismo y probablemente el reloj no sea tan exacto, atrase, adelante o incluso se detenga, pero en definitiva ya no cumple bien su función principal.

Por suerte el ecosistema es mucho más complejo y puede acomodarse hasta cierto punto a una eventualidad que ocurra con alguna de sus especies, y mientras más alternativas posean en el ecosistema, esto es más diversidad de especies, más capacidad tendrá para hacer frente a los cambios en el ambiente.

Esta es la razón que fundamenta por qué es importante conservar la diversidad biológica de una región; estamos asegurando que los sistemas naturales permanezcan saludables y funcionales, porque nos guste o no somos parte de él.

Observación generó polémica

Recientemente la noticia de la observación de un par de ejemplares de arpías (Harpia harpyja), el ave predadora más grande de América del Sur y la segunda del planeta en el Parque Nacional Calilegua, generó una polémica sorpresa para la comunidad científica.
El hecho es que esta ave rapaz es una especie que se encuentra en una fase de disminución drástica de sus poblaciones de los ambientes selváticos del Amazona. La única provincia que podría tenerla en su territorio es Misiones en su selva, mientras que para Salta y Jujuy los especialistas la consideraban ya extinta. 
Las arpías en cierto sentido son equivalentes en función al yaguareté (Panthera Onca), temerarios predadores de nuestras selvas, estas aves se alimentan de monos, perezosos y puercoespines entre otras especies que suele arrancar de los árboles donde habitan. Paradójicamente cuando uno observa la distribución de ambas especies se encuentra con que sugestivamente son similares.
En Argentina, se las solía encontrar en la Selva Misionera, con la aparición repentina en nuestro territorio, comparten la distribución con el yaguareté. La implicancia de este hecho es que como ambos representan desde el aire o la tierra el eslabón más alto de la cadena alimenticia en la selva, su presencia nos podría indicar que los parches boscosos se encontrarían en un estado aceptable de conservación. 
La aparición de una especie que se consideraba extinta no es nueva, pero el hecho es que abre una serie de interrogantes, uno de los más inquietantes es que debido a la pérdida de hábitat en el norte de su distribución, Bolivia y parte de Brasil haya estado empujando a la especie a estas latitudes, un caso opuesto al del yaguareté, este se distribuía hasta la Pampa y con el tiempo se fue replegando a la Selva Misionera y la Selva de Yungas, que son los ambientes más biodiversos de la Argentina. Una diferencia importante entre ambas selvas es que la de Yungas es una selva nublada, se forma por un límite altitudinal de las nubes, se encuentra estratificada en pisos, el pedemonte (transición con el Chaco Serrano), selva y bosque montano y en el límite altitudinal se desarrollan parches de pastizal de altura, ambiente que a modo de archipiélago en su rango de distribución conserva una especie declarada monumento nacional que es el venado andino o taruca (Hippocamelus antisensis).
Esta especie está altamente especializada en esos ambientes por lo que su límite de distribución coincide con el de la Selva de Yungas, pero en otros casos la latitud es un condicionante que limita el rango de distribución a la porción norte de Yungas, como sucede con el Roble Criollo (Amburana cearensis) un portentoso árbol, que se encuentra solo en el pedemonte de Salta y Jujuy y es una de las pocas especies altamente amenazadas de nuestro país, por esta razón su extracción en nuestra provincia está penado por ley.

Un llamado de atención
La aparición de dieciocho ejemplares de cóndores (Vultur gryphus) muertos a causa de un envenenamiento por cebos tóxicos en el departamento de Rinconada puso en estado de alerta por varios motivos. Esta práctica ilegal, dado que constituye un atentado al ambiente por ingresar al ecosistema sustancias altamente peligrosas incluso para el que las manipula, deja al descubierto que es mucho el trabajo que debemos realizar en pos de conservar nuestros tesoros naturales.
El cóndor a diferencia de las arpías es un carroñero equivalente al buitre, se alimenta de animales muertos comenzando así el proceso de descomposición del animal, que luego continuará con otras especies que seguirán el proceso de desintegrar los restos e incorporarlos como nutrientes al suelo. El cóndor carga con una idea errónea consecuencia de sus hábitos alimenticios, sobrevuela la extensa Puna en busca de un cadáver y solo baja a tierra para alimentarse de un cuerpo yaciente, el problema es que siempre le encontraremos en plena escena del crimen, con "el pico en la masa" dicho en términos populares. Probablemente el cebo no era para él, podría ser dirigido a un predador como el Puma.
En Jujuy ya se han liberado tres cóndores, consecuencia de un arduo trabajo de una fundación dedicada a su conservación, la fundación Bioandina, que entre sus líneas de acción cuenta con un programa de repoblación en la Patagonia Argentina donde esta especie se había extinguido y uno de nuestros ejemplares hembras en recuperación fue por un par de años llevada a "trabajar" enseñando a los pichones de cóndores de la Patagonia a volar, luego regresó en forma definitiva y ya recuperada volvió para planear en lo alto de los cielos de nuestra Puna.
Sobre este terreno agreste deambulan los camélidos andinos, los poco frecuentes guanacos (Lama guanicoe), las más abundantes vicuñas (Vicugna vicugna) en silvestría y una versión doméstica de estos camélidos típica de postales de los Andes, la llama (Lama glama). En este sentido los esfuerzos por recuperar las poblaciones de vicuña, altamente amenazadas en los "60 en nuestra provincia rindieron sus frutos, se han recuperado y hoy junto con la provincia de Catamarca somos las únicas en el país que estamos haciendo un uso sostenible a través de los "chakus", una técnica proveniente de la cultura inca que consiste en arrear las vicuñas, esquilarlas y luego liberarlas, todo bajo un estricto control que asegure el bienestar animal en todo el proceso.
Este último hecho es un claro ejemplo de que es posible y necesario conservar nuestra biodiversidad.

Temas de la asamblea del Cofema
La Secretaría ejecutiva del Consejo Federal de Ambiente (Cofema) mantuvo recientemente un encuentro preparatorio para definir los temas que se abordarán en la próxima asamblea ordinaria, a realizarse el 14 y 15 de junio venidero en Bariloche los días 14 y 15 de junio.
Entre las cuestiones propuestas figuran el grado de ejecución y avance de un proyecto GEF de áreas protegidas que se está implementando desde la Administración de Parques Nacionales. Al mismo tiempo se avanzará en un proyecto de resolución para establecer una metodología para la difusión de la información sobre la calidad de los recursos naturales de las provincias. También se tratará una propuesta para analizar los diez años de la Ley de Bosques.
Por otro lado, se definió también que se analizarán dictámenes de la Comisión de Asuntos Jurídicos y Legislativos vinculados con cuestiones de evaluación de impacto ambiental; como también se estudiará un proyecto que de creación del Consejo Federal Legislativo de Medio Ambiente.
Según se informó, uno de los componentes del proyecto GEF es el fortalecimiento del Sistema Federal de Áreas Protegidas (Sifap) que nuclea a todas las áreas del país, tanto nacionales como provinciales y municipales.
La ministra de Ambiente de Jujuy y presidente del Cofema, María Inés Zigarán, dijo que a través de las comisiones de Biodiversidad y de Asuntos jurídicos y legislativos se está estudiando una ley de presupuestos mínimos de áreas protegidas. Esto, a partir de una iniciativa del diputado Mario Barletta, quien presidente de la comisión de Recursos Naturales del Congreso de la Nación.
Por esta razón, convocaron a la Administración de Parques Nacionales para que en Bariloche presente un informe de la ejecución de avance del proyecto GEF y para que se explique cómo está orientando la inversión de ese proyecto. Respecto a la necesidad de establecer una metodología para la difusión de la información sobre la calidad de los recursos naturales de las provincias, la funcionaria dijo que "la idea es que tenemos que garantizar el derecho de acceso a la información a todos los ciudadanos, transparentar nuestra gestión, pero además dar datos certeros sobre la calidad del ambiente".
En cuanto a la Ley de Presupuestos Mínimos (N" 26.331) de Bosques Nativos, que este año cumplirá diez años desde su sanción, apuntó que en la asamblea se discutirán los avances que hubo en materia de conservación y en manejo sustentable, lo que representa hoy la ley en términos ambientales y cuáles son los desafíos que presenta de cara al futuro. Zigarán precisó que hay dos puntos que son clave. "Por un lado el tema del financiamiento y esto es una preocupación compartida por todas las provincias; y por otro, la perspectiva intercultural, la concepción y gestión que las comunidades indígenas hacen de los bosques nativos, un tema del que la Ley 26.331 ha adolecido".
Otro de los temas que serán estudiados en la asamblea 84 del Cofema es la situación de cada una de las jurisdicciones en materia de normativa sobre impacto ambiental. La idea es llegar a fin de año con una propuesta concreta de ley de presupuestos mínimos, que tal vez enriquezca o complemente la propuesta original del diputado nacional Juan Carlos Villalonga.
También se está estudiando una iniciativa que fue remitida por el diputado Mario Barletta, para la creación del Consejo Federal Legislativo de Medio Ambiente, que sería algo así como un órgano que propone nuclear a todos los presidentes de las comisiones ambientales de todos los parlamentos, sean municipales, provinciales y nacionales, inclusive del Parlatino, que es un parlamento regional.
Finalmente habló de la necesidad de que en Bariloche se pueda hacer un abordaje del tema de educación ambiental. "A propósito de un proyecto de ley que tuvo media sanción en Diputados y que está hoy en el Senado, tenemos una seria preocupación porque entendemos que no responde a los desafíos y al espíritu que nos hemos planteado en el pacto que hemos firmado como Cofema junto con el Consejo Federal de Educación".