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River goleó y está tercero

Sabado, 06 de mayo de 2017 22:11

River Plate vapuleó anoche a Temperley por 4 a 1 en el estadio "Monumental" y de esta manera prolongó su feliz momento futbolístico. Se trepó al tercer puesto de la tabla de posiciones, que comparte con Racing, y promete dar batalla también en el certamen doméstico que lidera Boca Juniors.

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River Plate vapuleó anoche a Temperley por 4 a 1 en el estadio "Monumental" y de esta manera prolongó su feliz momento futbolístico. Se trepó al tercer puesto de la tabla de posiciones, que comparte con Racing, y promete dar batalla también en el certamen doméstico que lidera Boca Juniors.

Con el apoyo de su gente, el equipo de Marcelo Gallardo fue al frente. Y atacó siempre, pero no tuvo claridad en los últimos metros. La visita supo "leer" mejor el partido, defendiendo en el mediocampo, lejos de Ibáñez.

Entonces, los minutos pasaron casi sin sobresaltos hasta que la defensa "celeste" cometió un grave error al querer salir jugando. Martínez interceptó el pase, Mora habilitó a Alario, quien definió a pura jerarquía.

En la acción siguiente, el propio Alario cabeceó apenas desviado, en lo que hubiese significado liquidar la historia si la pelota entraba. Pero el fútbol tiene estas cosas y por eso es tan emocionante. River buscaba el segundo, pero se descuidó y de contragolpe, a dos minutos del cierre, Chimino clavó un golazo de emboquillada al mejor estilo Neymar. El "millonario" se fue al descanso decepcionado, sabiendo que en el complemento debería luchar mucho para doblegar a este rival, que venía de ganarle a San Lorenzo y Racing Club respectivamente.

Sin embargo, Aguirre tocó el balón con la mano y el referí Fernando Echenique no dudó. Penal que Alario se encargó de cambiar por festejo.

Temperley sintió el impacto. Se desordenó y Driussi, tras una grosería de Chimino, clavó el tercero.

River manejaba el partido a gusto y paladar ante un rival que había perdido la línea. Entonces, a nadie sorprendió que el ingresado Mayada gritara el cuarto y desatara la fiesta riverplatense. El equipo de Gallardo llega afiladísmo al Superclásico.

 

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