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28 de Marzo,  Jujuy, Argentina
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Ante "la ballena azul" hay que prevenir y acompañar

La atención, una red de contención y el diálogo forman parte de las herramientas para poder abordar el tema. El enfoque psicológico considera factores de riesgo que motivan a los chicos a "engancharse". Recomiendan bloquear.
Lunes, 08 de mayo de 2017 18:06
PELIGRO/ ANTE ADULTOS QUE SE CONTACTAN VÍA REDES SOCIALES QUE PUEDEN INCITAR AL JUEGO O GENERAR OTRO TIPO DE ACOSO.
FLAVIO GARLATI BERTOLDI, PSICÓLOGO
DESCONFIAR/ ANTE UN EXTRAÑO SE ACONSEJA BLOQUEAR PARA CORTAR EL CONTACTO.
ATENTA MIRADA DE LOS PADRES.

Una nefasta práctica que se extendió por varios países del mundo y que habría afectado a por lo menos 8 jóvenes argentinos es el juego la "ballena azul" y genera gran preocupación. Un enfoque desde la perspectiva psicológica expone aspectos que favorecen que los chicos se "enganchen" y en qué deben apuntar los padres a la hora de prevenir o asistir.

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Una nefasta práctica que se extendió por varios países del mundo y que habría afectado a por lo menos 8 jóvenes argentinos es el juego la "ballena azul" y genera gran preocupación. Un enfoque desde la perspectiva psicológica expone aspectos que favorecen que los chicos se "enganchen" y en qué deben apuntar los padres a la hora de prevenir o asistir.

Sucede que en Argentina se registraron al menos 8 casos de chicos que han ingresado al juego que los iniciaba en retos de autolesión y los instaba al final al suicidio. El primero fue un adolescente sanjuanino de 14 años que fue hospitalizado por intoxicarse con pastillas, 4 casos de 12 a 16 años que se autolesionaron y 4 por confirmar.

"Creo que la ballena azul como fenómeno asusta tanto porque empieza a hablar de algo que está vedado como es el suicidio adolescente. La gente se asusta porque no concebía que un juego podía terminar así. No es un juego, es una situación y el juego podía ser un desencadenante", explicó Flavio Iván Garlati Bertoldi, psicólogo M. P. 2.390, capacitador de la Unju digital, de la Universidad Nacional de Jujuy, terapeuta gestáltico y coach ontológico.

Si bien este juego se creó en Rusia, el psicólogo explicó que esta práctica superó fronteras y culturas debido a que los adolescentes se desarrollan y se criaron en una cultura hiperconectada donde las barreras geográficas a través de internet, culturales por la globalización e idiomáticas con los traductores han desaparecido.

"Es indispensable entender que la construcción de la identidad de los adolescentes ahora está vinculada a internet de manera indisoluble porque es un espacio donde se pueden experimentar nuevas identidades, relacionarse con personas de todo el mundo para compartir hobbies e incluso volvernos productores", precisó. Es que pueden volverse productores de televisión convirtiéndose en youtubers, hacer de periodistas como bloggers, transmisores a través de redes sociales, y difusores de contenidos al viralizar material con solo un click.

Entonces consideró que el juego de la "ballena azul" es un fenómeno diferente, una búsqueda en donde los jóvenes pueden jugar por curiosidad y tal vez llegar a alguna instancia de juego pero nada más. Mientras, otros se sienten tristes, solos y están conectados, en el marco de la irónica internet donde se está conectado a todo el mundo aunque se esté solo, y al sentir que es parte de algo participa.

Es que entiende que el juego de la ballena azul permite entrar a un grupo cerrado, sea Facebook, Whatsapp u otro donde se comparten códigos, consignas y desafíos. Esto permite que el adolescente sienta y experimente el reforzamiento de sentirse parte de algo, "siempre es mejor ser parte de algo (aunque se considere malo) que parte de nada y por ende estar aislado".

Lógicamente a medida que va pasando los desafíos y enviando las fotos, las pruebas de lo que está haciendo, y genera reforzamiento de la autoestima. Mientras más debilitado esté y mientras crea que es el único lugar o aspecto donde se siente validado, puede llegar a las últimas consecuencias. "Pero hay que entender que no cualquier adolescente puede llegar al suicidio, incluso puede haber muchos que jueguen pero no llegar a la última instancia", aclaró explicando que tiene que haber algo, una problemática que no puede resolver o no sepa cómo hacerlo como para llegar al suicidio.

"Es muy difícil que el chico juegue por jugar y se suicide. En el caso del suicidio, hay factores de riesgo, y generalmente se dan algunos y otros no", precisó. Ejemplificó que si un chico padece ciberbullying, de corte escolar, familia poco contenedora o falta de amigos tendría muchísimos factores de riesgo, pero no siempre se da.

Hay cuestiones de personalidad de base que pueden hacer que esa persona se suicide. El suicidio es algo complejo, porque entiende que muchos en algún momento de la vida pueden tener la idea de suicidarse al no encontrar solución a algo, pero no se piensa atacar al mundo sino a su propia vida.

Sociedad sin lugar para los jóvenes

Sobre quién o quiénes ejercen la vinculación para que un chico juegue a la “ballena azul” si bien se desconoce de quién se trata, el psicólogo Garlati Bertoldi entiende que puede tratarse de líderes psicopáticos que juegan con esa cuestión en los adolescentes, pero no hay todavía un perfil de quién lo hace. 

Explicó que en general el líder suele buscar que lo elijan, y a través de ese juego se va fortaleciendo la autoestima, le permite situarse en el mundo de alguna manera, donde es mejor hacerlo de la peor manera que de ninguna, se genera lo que su familia o entorno no le brinda. 

A modo de ejemplo explicó que Japón, de gran economía y desarrollo, tiene un muy alto suicidio, y sucede que la exigencia extrema donde los jóvenes son únicos hijos produciría que no haya proyecto donde no sienta que falla. 

Entonces consideró que hay que reflexionar qué lugar se les está dando a los jóvenes, por lo que un juego les permite dar una entidad que no encuentran de otra manera, un sentido de identidad o pertenencia. Más allá de quién lo haya generado este fenómeno tiene que ver con la ausencia de la sociedad que no brinda lugares para los jóvenes. 

Si bien el juego habría nacido en Rusia, por un estudiante de psicología, Philipp Budeikin, quien enfrenta un proceso por el “experimento” por sus trucos tendientes a trastornar una mente hasta llevar a alguien a quitarse la vida, se desconoce quién puede ejercer ese rol.

La ballena rosa, otra cara

Ante el controversial juego de la “ballena azul” surgió otra denominada “ballena rosa” que nació recientemente en Brasil en respuesta a ella, e igualmente se extendió mediante las redes sociales pero promoviendo la vida y las buenas acciones. La intención es demostrar que internet también puede usarse para hacer el bien.

En este caso la misma dinámica establece también 50 retos diarios y se difunde a través de internet apuntando a jóvenes pero con pruebas positivas.

Esa iniciativa busca ayudar a los niños a sentirse bien, ser generosos con alguien, hacer reir a otra persona, expresar cariño, fomentar la autoestima, elogiar a un compañero que sufra acoso escolar o hacer nuevos amigos; y el último desafío es salvar una vida.

Sin embargo, más allá de los objetivos se recomienda la atenta mirada de los padres en el uso de las redes sociales entre los jóvenes y preadolescentes.

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