El Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda fuerza guerrillera de Colombia que negocia con el gobierno un proceso de paz en Ecuador, afirmó que contempla la posibilidad de declarar un cese unilateral al fuego para la visita del papa Francisco a principios de septiembre, si no se logra un acuerdo sobre una suspensión bilateral de hostilidades por tiempo limitado, anunció Pablo Beltrán, jefe del grupo rebelde que encabeza las negociaciones con el Ejecutivo.
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El Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda fuerza guerrillera de Colombia que negocia con el gobierno un proceso de paz en Ecuador, afirmó que contempla la posibilidad de declarar un cese unilateral al fuego para la visita del papa Francisco a principios de septiembre, si no se logra un acuerdo sobre una suspensión bilateral de hostilidades por tiempo limitado, anunció Pablo Beltrán, jefe del grupo rebelde que encabeza las negociaciones con el Ejecutivo.
"Nosotros vamos a hacer todo el esfuerzo que sea necesario para que el cese al fuego sea bilateral, y si no se lograra habría que considerar la posibilidad de hacerlo unilateral por parte nuestra", dijo Beltrán, jefe del equipo negociador del ELN en una entrevista telefónica desde Quito.
El ELN y el gobierno del presidente Juan Manuel Santos buscan actualmente en Ecuador un acuerdo que les permita declarar un cese bilateral de hostilidades que en principio sería temporal. Pero a menos de un mes de la llegada del pontífice a Colombia no han logrado un consenso.
"Su Santidad Francisco es un Papa que ha vuelto a colocar a la iglesia a pensar en función de las mayorías empobrecidas y excluidas; es un papa progresista y cualquier gesto que hagamos los colombianos y colombianas para saludar su visita pues es apenas corresponder al respaldo que él le da a que este proceso de paz avance", explicó.
El ELN cuenta con unos 2.000 combatientes y surgió en 1964 inspirado en la revolución cubana con el apoyo de sacerdotes católicos radicales, como Camilo Torres, uno de sus fundadores.
Santos ha exigido al ELN suspender los secuestros, las hostilidades contra los civiles y los ataques contra la infraestructura petrolera para avanzar hacia un pacto bilateral del fuego.