¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

24°
23 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Ceremonia ancestral a la Pachamama en La Manga

El mojón está ubicado en el Triángulo del Chaguaral.
Miércoles, 02 de agosto de 2017 00:53

Y agosto con su aroma a sahumerio, despertó en el calendario trayendo consigo uno de los rituales ancestrales que vive y palpita en el corazón y en la piel de los jujeños y que se reedita año tras año en los cuatro puntos cardinales de la provincia.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Y agosto con su aroma a sahumerio, despertó en el calendario trayendo consigo uno de los rituales ancestrales que vive y palpita en el corazón y en la piel de los jujeños y que se reedita año tras año en los cuatro puntos cardinales de la provincia.

En la región selvática, más precisamente en el departamento San Pedro, desde hace 77 años, en el paraje conocido como El Triángulo del Chaguaral, empalme de caminos internos de la vasta extensión de  cañaverales, en tierras que pertenecen a ingenio La Esperanza, una multitud  se congregó para honrar a la Madre tierra, que como cada año, abre su seno para recibir el agradecimiento  de sus hijos.

Por estos lares, el ritual tiene particularidades especiales y tiene que ver con preparativos que inician en el mes de julio, cuando los pasantes comienzan a desandar el camino que culminará con la ofrenda central. Para ello,  cuentan con el apoyo  de los padrinos Desiderio Gaspar y Martina Valencia,  que van guindo los pasos que culminarán con la ofrenda del 1 de agosto.

Pasado el mediodía, desde el emblemático lote azucarero partieron para concretar la ofrenda, en la apacheta, enmarcada por cuatro horcones, engalanados con banderines, globos y guirnaldas multicolores. Al llegar abrieron el mojón y sacaron las vasijas , las que fueron lavadas prolijamente.

Las ofrendas de los pasantes actuales, de los padrinos de la Pachamama y de los que alguna vez pasaron por este compromiso,  se  fueron colocando sobre aguayos multicolores, donde se depositaron las vasijas, cantaritos, ollas y cuencos de arcilla recién  desenterrados y lavados y otros nuevos que llenaron de comida preparada especialmente para la Pacha.

Los padrinos de la Pachamama, presentaron a los pasantes designados el año pasado quienes luego hicieron entrega de los atributos a los nuevos pasantes, que recibieron  las banderas, los cirios y los aguayos, como signo del compromiso asumido y pasaron   a presidir la ceremonia. Los nuevos pasantes  Marta Giménez y familia, con el apoyo incondicional de los distintos  padrinos de coca, de bebidas, de cotillón, de música, serán los encargados de realizar el tributo a la Pacha el año que viene.

Luego, se inició el ritual de la ofrenda principal donde los pasantes  Omar Tapia y Alejandra Solano  llegaron de rodillas hasta el mojón  seguidos por los padrinos de la Pacha, los familiares, pasantes de años anteriores y todas las familias que  llegaron a tributar homenaje a la Madre Tierra. El mojón se fue llenando de a poco y tapado con una losa y sobre ella se colocaron  las piedras blancas  traídas por los pioneros desde Santa Catalina y  se vivió otro signo conocido como  “la chancada”, donde dos personas elegidas por los pasantes   toman una botella de bebida y las hace impactar sobre  las piedras. El ritual prosiguió con la danza  de los pasantes portando las banderas y el sahumado final del mojón que fue iluminado con velas.

Finalmente todos partieron hasta el lote, donde se sirvió una cena para todos los que acompañaron a realizar el homenaje a la Pachamama.

Llegó agosto y durante todo el mes, habrá alabanzas y súplicas a la Tierra, pero el compromiso va mucho más allá de las ofrendas realizadas, el verdadero compromiso  tiene que ver con el cuidado del medio ambiente, evitando la contaminación, será esta la mejor ofrenda que se pueda realizar a la Pachamama.