La desaceleración de la inflación y la recuperación de la producción contribuyen a "reducir la pobreza", aunque ello no "alcanza" para eliminarla, según un análisis privado.
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La desaceleración de la inflación y la recuperación de la producción contribuyen a "reducir la pobreza", aunque ello no "alcanza" para eliminarla, según un análisis privado.
El estudio elaborado por el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa) consideró que "la desaceleración de la inflación se refleja en un menor crecimiento de la canasta básica con que se mide la pobreza".
En ese sentido, subrayó: "Esto, más la incipiente recuperación de la producción, contribuyen a reducir la pobreza", aunque aclaró que "no alcanzan para eliminarla".
"Para lograr este objetivo es necesario sumar audacia, innovación y coordinación en el proceso de modernización de las instituciones educativas y laborales", evaluó e insistió: "La baja de la inflación reduce la pobreza, pero no la elimina".
Recordó que el Indec informó que en mayo y junio la producción creció entre el 3% y 4% interanual y señaló que el valor de la canasta básica trepó a $4.862 promedio en julio último.
"Representa para una familia tipo $15 mil mensuales luego del ajuste por adulto equivalente. Este valor es un 21% superior al del mismo mes del año pasado, reflejando una desaceleración en el ritmo de su aumento", señaló.
Así, destacó que "una economía que empieza a crecer y una inflación que empieza a ceder son señales positivas para la reducción de la pobreza".
"El crecimiento económico y la estabilidad de los precios son condiciones necesarias, pero no suficientes para superar la pobreza", advirtió.
En ese escenario, recomendó que "para acelerar la construcción de una sociedad más integrada se necesitan, además, políticas acompañantes".