LA QUIACA (Corresponsal) Una triste noticia alarmó a esta ciudad fronteriza al conocerse el triste final que tuvo una joven de dieciocho años a consecuencia de una terrible hemorragia por un aborto inducido.
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LA QUIACA (Corresponsal) Una triste noticia alarmó a esta ciudad fronteriza al conocerse el triste final que tuvo una joven de dieciocho años a consecuencia de una terrible hemorragia por un aborto inducido.
Fuentes policiales informaron que el hecho se registró el sábado y la policía tomo conocimiento a las 18.
La víctima gestaba el séptimo mes de embarazo y habría mantenido en secreto su estado, era oriunda de Yavi Chico 24 kilómetros al este de La Quiaca, vivía en un inquilinato ubicado en barrió Usina.
Por causas que se tratan de establecer la joven en el transcurso de la noche del viernes y madrugada del sábado se provocó un aborto mediante pastillas que son de venta libre en la ciudad de Villazón, Bolivia e incluso son ofrecidas en las redes sociales.
Esto provocó que no solo perdiera el bebé, sino que se produjo el deceso de la mujer como consecuencia de una hemorragia, que no pudo detener. Aún es todo un misterio porque no solicitóayuda.
Sus vecinos al no saber de ella forzaron la puerta y se dieron con el horrendo cuadro, el feto tirado y la mujer sobre un charco de sangre.
Inmediatamente dieron cuenta al servicio de emergencias quienes arribaron a los pocos minutos pero ya nada se pudo hacer.
Posteriormente personal del cuartel VIII de Bomberos procedió a levantar el cuerpo y el feto que quedaron depositados en la morgue del hospital Jorge Uro.
A las 13.30 del domingo los cuerpos fueron trasladados hacia la capital jujeña para practicarle la autopsia correspondiente.
La policía investiga quien o quienes indujeron a la joven a tomar tal decisión cuando tenía 28 semanas de embarazo y las graves consecuencias de incurrir en esa espantosa práctica.
Interviene la Seccional 17 con asiento en esta localidad
Desarraigo
La Quiaca es el centro urbano más poblado de la Puna, donde cientos de jóvenes de localidades puneñas recalan en la ciudad fronteriza, por lo que el desarraigo es importante.
Sus progenitores al dedicarse al ganado ovino y cultivos los dejan en alguna habitación, en barrios alejados y a su suerte.
Solo con lo indispensable para estudiar y comer, estos jóvenes no tienen ningún tipo de contención y afecto deben "acostumbrarse" al ritmo citadino como pueden.
Algunos lo logran otros caen en adicciones y abandonan los estudios, una triste realidad.