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Una página sangrienta

El 5 de septiembre de 1972 se atentó contra los deportistas.

Lunes, 04 de septiembre de 2017 20:44

La célebre frase que afirma que el deporte es una escuela de valores, quedó desvirtuada por la página más sangrienta que tuvo la historia de los Juegos Olímpicos.

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La célebre frase que afirma que el deporte es una escuela de valores, quedó desvirtuada por la página más sangrienta que tuvo la historia de los Juegos Olímpicos.

En la madrugada del 5 de septiembre de 1972, en vísperas del inicio de los Juegos Olímpicos de Múnich, un comando terrorista palestino conocido como "Septiembre Negro", tomó 11 rehenes del equipo de Israel. Todo el acontecimiento se llevó a cabo en protestas por el conflicto árabe-israelí entre los perpetradores del Septiembre Negro se encontraban Yasir Arafat, Luttif Afif, Al Gashey y Abu Daoud. El grupo exigía la liberación de 234 palestinos presos en cárceles israelíes y dos en cárceles en Alemania, además de su traslado seguro a Egipto. La respuesta de Israel fue un no rotundo. Nunca habría negociaciones y los palestinos decidieron actuar.

Los secuestradores amenazaban con asesinar a los atletas israelíes secuestrado y las negociaciones se alargaron a más de 5 horas, entre ellos y las autoridades de policía alemana, delegación olímpica egipcia y embajadores de Túnez y Libia. Todo fue inútil y los terroristas exigieron un avión para escapar a El Cairo. Fueron trasladados en helicóptero a una base área pensando que les mandaban al aeropuerto de Riem, cercano a Munich. La policía había preparado un asalto en el aeródromo de manera poca profesional. Los francotiradores fueron designados sin conocer su experiencia, además de no proporcionarles el material adecuado ni siquiera radios para comunicarse . Al momento de que los palestinos descubrieron que era una trampa, y junto a la mala gestión de la policía alemana, todo conllevó a varios tiroteos que acabaron con la vida de los secuestrados y de 5 de los 8 secuestradores, el resto fueron capturados. Finalmente, once integrantes (los dos en la delegación olímpica y los 9 secuestrados) del equipo israelí fueron asesinados, además de un policía que fue alcanzado durante uno de los tiroteos en la base área.

Los Juegos Olímpicos comenzaron un día más tarde, a pesar de que se pidió su suspensión total. Dos días después se realizó un memorial al que acudieron más de 80.000 personas. El Presidente del Comité Olímpico Internacional en 1972, Avery Brundage, habló en el memorial sin hacer ninguna referencia a los deportistas asesinados, solamente aplaudió la fuerza del movimiento olímpico. Este hecho enfureció a muchos de los presentes, incluidos evidentemente a israelíes. El equipo israelí abandonó inmediatamente la competición, protegidos por fuerzas de seguridad hasta el aeropuerto de Munich y el equipo egipcio dos días después por si pudiera haber represalias contra ellos. Los hechos acaecidos en los JJ.OO. traerían una fuerte respuesta muy violenta por parte de Israel, con el fin de dar caza a los responsables del acto terrorista en la villa olímpica y se llevaron adelante dando muerte a todo los implicados.

(Especial Sergio Tolaba).

 

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