Un sargento de la Policía de la provincia fue asaltado por dos hombres que portaban un arma blanca y luego de agredirlo, le robaron su arma reglamentaria entre otras cosas.
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Un sargento de la Policía de la provincia fue asaltado por dos hombres que portaban un arma blanca y luego de agredirlo, le robaron su arma reglamentaria entre otras cosas.
El hecho se registró la madrugada de ayer sobre la calle Las Corzuelas del barrio Chijra, en inmediaciones de un asentamiento, cuando el efectivo de 38 años caminaba en dirección a su domicilio, luego de cumplir horas de trabajo adicional.
Según consta en la denuncia, el sargento fue sorprendido de atrás por dos hombres que descendieron de una motocicleta de 110 cc de cilindradas de color azul y luego de amenazarlo con un arma blanca, lo arrojaron al piso y fue agredido con golpes de patadas, provocándoles lesiones cortantes en los brazos y hematomas en las piernas.
Los hombres se apoderaron de un arma de fuego marca Browning de 9 mm con 13 proyectiles, su teléfono celular y otras pertenencias del policía, para luego darse a la fuga en dirección al asentamiento.
El robo se produjo en proximidades de un motel y los vecinos que oyeron los gritos de auxilio, dieron inmediata intervención a los efectivo de la seccional 3° del barrio Chijra. Luego se dispuso que la causa sea remitido a los efectivos de la Brigada de Investigaciones, para iniciar las actuaciones.
En tanto el sargento fue trasladado al hospital Pablo Soria, donde quedó alojado en la sala de observaciones con pronóstico reservado.
De inmediato se inició un rastrillaje por la zona y con los datos aportados por la víctima, pero por el momento no se pudo dar con los agresores del efectivo.
La motocicleta en la que circulaban los peligrosos delincuentes sería de marca Motomel y el policía había aportado datos describiendo los rasgos fisonómicos de sus atacantes, para iniciar con la tarea investigativa.
El Tribuno de Jujuy dialogó con algunos vecinos de esa peligrosa calle y manifestaron que de noche es "muy peligrosa", que ocurren muchos hechos delictivos y no quisieron identificarse por temor a represalias. "En el asentamiento se juntan chicos a drogarse y después salen a robar. Después de las 10 de noche, no podemos salir de nuestras casas".