El papa Francisco llega hoy a Chile, donde visitará las ciudades de Santiago, Temuco e Iquique y abordará temas como la corrupción y su preocupación por los pueblos originarios, en medio de ataques y graves cuestionamientos a la Iglesia por las denuncias de abuso sexual de menores.
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El papa Francisco llega hoy a Chile, donde visitará las ciudades de Santiago, Temuco e Iquique y abordará temas como la corrupción y su preocupación por los pueblos originarios, en medio de ataques y graves cuestionamientos a la Iglesia por las denuncias de abuso sexual de menores.
En Perú, bajo el lema "Unidos por la esperanza" el papa Francisco recorrerá Lima, Puerto Maldonado y Trujillo desde la tarde del jueves.
Bajo el lema "Mi paz les doy", Jorge Bergoglio aterrizará a las 20 hora local y se quedará hasta el jueves, cuando partirá a Perú.
En su viaje desde Roma, Francisco sobrevolará Argentina por segunda vez desde su elección en 2013 y enviará un telegrama al presidente Mauricio Macri al entrar al espacio aéreo nacional, como es habitual en el potocolo del Vaticano.
La visita papal se concretará en un escenario de ataques a iglesias católicas en Chile, donde ayer se registró un nuevo incendio, el sexto en los últimos tres días, contra un templo en la localidad de Melipilla, 70 kilómetros al suroeste de Santiago.
El ataque ocurrió pasada la 1 (hora local, la misma que en Argentina) y afectó la fachada de la iglesia San Agustín, donde un grupo de desconocidos arrojó un líquido combustible en la puerta y luego prendió fuego.
Además, escribieron la frase con el popular adagio: "La única iglesia que ilumina es la que arde, es la que está en llamas ha-ha. No al Papa", informó el diario chileno La Tercera.
Los autores, de identidad desconocida, son buscados por la policía, informó la agencia española de noticias Efe.
El ataque, que no dejó lesionados ni daños estructurales, se suma a los tres ocurridos el viernes en tres parroquias de la capital chilena, y a otros dos intentos.
En algunos de los templos quedaron leyendas amenazantes hacia el Papa en los que se leía: "Francisco, las próximas bombas serán en tu sotana".
El desgaste de la Iglesia por los escándalos sucedidos tras el caso Karadima es una de las causas que explica que en Chile el pontífice tenga la imagen positiva más baja de la región, con un 5,3 sobre 10, según la consultora Latinobarómetro.
En 2010, se conocieron denuncias por abusos sexuales a menores contra el párroco chileno Fernando Karadima, declarado culpable por la Santa Sede tras un proceso canónico.
Además, la etapa chilena tendrá como puntos fuertes su primera visita a una cárcel de mujeres mañana por la tarde y el encuentro con habitantes de la Araucanía, entre ellos mapuches chilenos y argentinos, durante su paso por Temuco el mediodía del miércoles 17. En su último día, se encontrará con dos víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet en Iquique.
El Papa pidió oraciones
El papa Francisco pidió ayer que lo acompañen “con la oración” en el viaje que emprenderá a Chile y Perú.
“Mañana (por hoy) iré a Chile y Perú. Les pido que me acompañen con la oración en este viaje apostólico”, improvisó el pontífice ayer al celebrar el tradicional Ángelus de cara a más de 25.000 fieles en Plaza San Pedro.
El sábado, el Pontífice encomendó su viaje a los dos países sudamericanos con un rezo en soledad frente a la Virgen en la basílica de Santa María la Mayor, a unos 5 km del Vaticano. El viaje a los países andinos será el vigésimo de Francisco fuera de Italia y supone un recorrido de unos 20.000 kilómetros. El Papa despegará del aeropuerto romano Fiumicino a las 8.30 de Italia y aterrizará en Santiago después de casi 16 horas de vuelo a las 20.10 locales, según el itinerario del viaje.
La gira de Francisco incluye a Santiago, Temuco e Iquique en Chile para luego trasladarse a Perú donde visitará Lima, Puerto Maldonado y Trujillo, desde donde retornará a Roma el domingo 21.
Día del Inmigrante
El papa Francisco volvió a lanzar ayer un llamado a la hospitalidad con los migrantes y consideró que “el pecado era renunciar conocer al otro”, con ocasión del 104º Día Mundial del Migrante y del Refugiado.
“Cada forastero que llama a nuestra puerta es una ocasión de encuentro con Jesucristo, que se identifica con el extranjero acogido o rechazado en cualquier época de la historia”, declaró el Papa durante una misa solemne celebrada en la basílica de San Pedro de Roma.
“No es fácil entrar en la cultura de los demás, ponerse en el lugar de personas tan diferentes de nosotros, comprender sus pensamientos o sus experiencias”, dijo en italiano el pontífice.
Para Jorge Bergoglio, originario de una familia de inmigrantes italianos en Argentina, “renunciamos a menudo al encuentro con el otro y levantamos barreras para defendernos”.
“Las comunidades locales a veces tienen miedo de que los recién llegados perturben el orden establecido, roben algo que ha costado construir”, continuó.