El papa Francisco manifestó ayer en el avión que lo llevaba a Chile su temor a que "un incidente" desencadene una guerra nuclear en algún lugar del planeta. "Sí, realmente tengo miedo. Estamos al límite. Basta un incidente para desencadenar la guerra. No se puede correr el riesgo de que la situación precipite. Por lo tanto es preciso destruir las armas nucleares", dijo a bordo del avión que lo llevaba a Chile, primera etapa de su sexto periplo a América Latina, que incluye también Perú.
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El papa Francisco manifestó ayer en el avión que lo llevaba a Chile su temor a que "un incidente" desencadene una guerra nuclear en algún lugar del planeta. "Sí, realmente tengo miedo. Estamos al límite. Basta un incidente para desencadenar la guerra. No se puede correr el riesgo de que la situación precipite. Por lo tanto es preciso destruir las armas nucleares", dijo a bordo del avión que lo llevaba a Chile, primera etapa de su sexto periplo a América Latina, que incluye también Perú.
El Papa argentino, que despegó a las 8 GMT del aeropuerto de Fiumicino de Roma rumbo a Santiago, distribuyó a los 70 periodistas que lo acompañan una foto tomada en Nagasaki tras la explosión en 1945 de la bomba atómica con la leyenda "fruto de la guerra", escrita de su puño y letra. En la foto, que había sido ya difundida por la oficina de prensa del Vaticano al terminar el año 2017, se ve a un niño con el cuerpo de su hermano muerto en la espalda en una fila para cremarlo.
Por otra parte, Francisco consideró ayer que el viaje que inicia a Chile "no será muy difícil" dado que es un país en el que vivió y conoce muy bien. "Para mí no será tan difícil en Chile, porque estudié ahí un año, tengo tantos amigos que conozco. En cambio en Perú conozco menos: fui dos, tres veces por acuerdos y encuentros", aseveró el obispo de Roma.
Durante su estancia de tres días en Chile, Francisco se reunirá con autoridades, comunidades indígenas, religiosos y pobres, en Santiago, Temuco e Iquique, donde realizará multitudinarias misas, en las que las autoridades chilenas esperan asistan más de 1,2 millones de personas.
Abusos sexuales
El Papa se encontrará con la población más desconfiada con la iglesia Católica de Latinoamérica, según un reciente estudio.
Los abusos sexuales en el seno de la iglesia han contribuido a esta percepción. Un grupo de activistas de varios países pidieron ayer al papa en Santiago que cambie "perdones por acciones" para desterrar la pederastia y lanzaron una organización internacional contra el abuso infantil que pretende acabar con estas prácticas y sentar en los tribunales a los culpables. Durante los tres días que permanecerá en Chile, Francisco se reunirá con víctimas de la dictadura, pero no está previsto que lo haga con víctimas de sacerdotes pederastas.
Cambio social
El papa llega a un Chile en pleno cambio social que acaba de aprobar el aborto terapéutico y tramita en el Parlamento el matrimonio homosexual, tras la adopción de la unión civil de parejas del mismo sexo. Su primera actividad será un encuentro con la presidente socialista Michelle Bachelet, agnóstica confesa e impulsora de la transformación social.
Iglesias atacadas
Un nuevo ataque incendiario, el sexto en los últimos tres días, fue cometido el domingo contra una iglesia en la localidad de Melipilla, a 70 kilómetros al suroeste de Santiago de Chile.
El ataque ocurrió pasadas la 1 hora local -la misma que en Argentina- y afectó la fachada de la iglesia San Agustín, a la que un grupo de desconocidos arrojaron un líquido combustible en la puerta que luego prendieron fuego. Además, escribieron la frase con el popular adagio: “La única iglesia que ilumina es la que arde, es la que está en llamas ha-ha. No al Papa”. El viernes, tres parroquias de la capital chilena resultaron dañadas, mientras en otras dos los atacantes vieron frustradas sus intenciones. En algunos de los templos quedaron leyendas amenazantes hacia el Papa en los que se leía: “Francisco, las próximas bombas serán en tu sotana”.
En Temuco, comunidades mapuches que exigen desde hace años la devolución de sus tierras.