Los barrios quiaqueños Néstor Kirchner, Obispo Márquez, de la Prelatura, 40, Los Pinos y 24, entre otros, adyacentes a la Ruta Provincial 5, no cuentan con servicios como barrido y limpieza, alumbrado deficiente y aún así el Municipio intimó a sus pobladores para que paguen sumas que superan los dos mil pesos.
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Los barrios quiaqueños Néstor Kirchner, Obispo Márquez, de la Prelatura, 40, Los Pinos y 24, entre otros, adyacentes a la Ruta Provincial 5, no cuentan con servicios como barrido y limpieza, alumbrado deficiente y aún así el Municipio intimó a sus pobladores para que paguen sumas que superan los dos mil pesos.
La comuna pretende cobrarles tributos por casi 225 mil pesos, unos dos mil por cada contribuyente de esos barrios.
Los problemas comienzan cuando se quiere ir al sector que ocupan por Ruta Provincial 5, la cual prácticamente no tiene iluminación, la señalización es escasa, los deficientes retardadores de velocidad quedaron obsoletos y constantemente se registran accidentes viales.
Llegar al lugar es una odisea especialmente en esta época estival, por las calles en muy mal estado. Un claro ejemplo es que taxistas y remiseros optan por no entrar al sector, para preservar a sus rodados.
La gente para dirigirse al casco céntrico u otro sector de la ciudad debe salir a la ruta o esperar que algún trabajador del volante bonachón los lleve, ya que pese a los años el lugar no hay una sola calle pavimentada.
Por las noches la inseguridad debido a la mala iluminación se apodera de todos los vecinos, sumado al alto consumo de marihuana y alcohol por parte de jóvenes del sector, esto según lo informado por fuentes confiables de la Policía.
Los pocos espacios libres son basurales al aire libre u obras inconclusas por parte de la gestión del intendente Miguel Tito.
Con los antes descripto, los vecinos acudieron a nuestro medio para mostrar su malestar por el cobro de alumbrado, barrido y limpieza por parte de la comuna.
La firma de las intimaciones de pago corresponde a Carla España, titular del Juzgado de Faltas local, órgano recaudador del Municipio que no rinde cuentas sobre su accionar.
Por temor a represalias, vecinalistas consultados por este diario pidieron no ser identificados y se preguntaron: "cómo es posible que cobren por algo que ellos no brindan; la iluminación es terrible, sitios oscuros.Vivimos con temor por los robos, tampoco hay gente del municipio que barra o limpie todos los días, vivimos en calles de tierra", remarcaron.
Asimismo añadieron: "estuvimos viendo el monto de las intimaciones de los vecinos de los distintos sectores, y ronda los 225 mil pesos. Nos preguntamos qué hace el intendente con esa plata, dejó una obra a medias en el único parque del barrio, nuestros niños para jugar deben cruzar la ruta con el peligro que ello implica", remarcaron.
Para finalizar dijeron: "el único servicio es la recolección de residuos, otro no hay, si vienen en las noches podrán observar cómo vivimos, el intendente y la del Juzgado de Faltas parece que no conocen situación".