Diego Schwartzman dio pelea hasta el final durante las tres horas y 51 minutos del partido en el Abierto de Australia ante el número uno del ranking ATP, Rafael Nadal, por los octavos de final del certamen. Pero el español tampoco bajó la guardia y logró derrotar al argentino, el único que quedaba en carrrera.
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Diego Schwartzman dio pelea hasta el final durante las tres horas y 51 minutos del partido en el Abierto de Australia ante el número uno del ranking ATP, Rafael Nadal, por los octavos de final del certamen. Pero el español tampoco bajó la guardia y logró derrotar al argentino, el único que quedaba en carrrera.
Durante la madrugada argentina, el intenso enfrentamiento entre ambos dio por vencedor a Nadal por 6-3, 6-7(4-7), 6-3 y 6-3.
Al finalizar el encuentro, el público reconoció al argentino con una ovación y el español también le dejó sus aplausos. Es que, durante las casi cuatro horas de combate, Schwartzman sostuvo la concentración y logró generarle problemas a Nadal. Sin embargo, el español no tuvo límites en cada respuesta frente a la lucidez de su rival.
El “Peque”, número 26° del mundo, era el único argentino que queda en el cuadro individual masculino del primer Grand Slam del año. Tras lograr un ajustado triunfo en la primera ronda ante el serbio Dusan Lajovic, luego consiguió dos sólidas victorias ante el noruego Casper Ruud y el ucraniano Alexsandr Dolgopolov.
El partido
En el primer set, salió a incomodar a su rival y a neutralizarlo. Lo hizo con un muy buen servicio y con mucha movilidad. Falló con un error no forzado en un momento clave, el octavo game, lo que se tradujo en el único quiebre de ese parcial.
Parecía que Rafa se adueñaba del partido, al conseguir una nueva ventaja en el arranque de la segunda manga. Sin embargo, Schwartzman se recuperó enseguida. Nadal volvió a golpear para ponerse 3-2. Otra vez, el argentino devolvió gentilezas. Así se fueron derechito al tie break. Ahí, el Peque se hizo gigante y el español hilvanó dos fallas para ceder su primer set en Australia y para que el resultado quedara emparejado.
En el cuarto juego, la mejor raqueta del planeta aprovechó la única oportunidad de quiebre que se le presentó en el tercer set. A la larga, esa mínima diferencia inclinaría la balanza del lado del europeo.
Más decidido, Rafa se hizo gigante y, poco a poco, se metió el estadio Rod Laver en un puño. Le costó asegurar el 1-1, con su servicio. Pero salió bien parado y, con el envión, se llevó también el game siguiente. Schwartzman no se resignó y merodeó la paridad en el octavo juego. Nadal aguantó, mantuvo la ventaja y, nuevamente, salió fortalecido para lo que vino después: el cierre del partido con otro quiebre y el 6-3 definitivo.
‘Es el primer gran partido que juego en 2018‘, celebró el campeón de 2009, que mantuvo su dominio absoluto frente al Peque (el historial está 5-0). ‘Me da mucha confianza, sé que puedo resistir unas cuatro horas jugando con esta intensidad. Ya estoy en cuartos de final y estoy muy feliz‘, agregó Nadal. Su rival en cuartos de final será el croata Marin Cilic (6° en el ranking), que doblegó por 6-7 (2), 6-3, 7-6 (7) y 7-6 (3) al español Pablo Carreño Busta.