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23 de Abril,  Jujuy, Argentina
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"El alcohol es la peor sustancia, aún superior a la pasta base de cocaína"

Es médico especialista en drogadependencia y presidente médico de la Fundación "Nuevos Tiempos", encargada de construir la primera comunidad terapéutica de la provincia que está en Yala. Habló sobre las acciones que llevan adelante en la lucha contra las adicciones y derribó algunos "mitos" en cuanto a sustancias: la marihuana además de causar estragos en el organismo, estimula la violencia, dijo.
Lunes, 22 de enero de 2018 00:00

-La Fundación trabaja hace años en la provincia, pero ahora abrió un centro terapéutico...

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-La Fundación trabaja hace años en la provincia, pero ahora abrió un centro terapéutico...

Sí. Estamos trabajando en Jujuy ya hace un par de años, empezamos haciendo tratamientos ambulatorios y desde hace un par de meses pudimos empezar a trabajar ya en un proyecto más concreto, inaugurando la primera comunidad terapéutica de nuestra Fundación en la provincia de Jujuy.

Eso nos llena de alegría porque si comparamos con provincias vecinas, hay comunidades terapéuticas, como por ejemplo la de Salta, que tiene 47 años de antigedad y nosotros recién pudimos obtener la primera ahora.

Entonces creo que es algo muy bueno para celebrar, porque ahora como jujeños ya no vamos a necesitar tener que ir a otras provincias para tener la atención que nuestros familiares se merecen.

-¿Dónde funciona y cuál es el servicio que brindan?

-Este lugar funciona en el exhostal "La Sala de Yala", que está al lado del complejo turístico "El Refugio". Tenemos capacidad para internar 30 personas, en este momento tenemos seis personas internadas.

Internamos de manera mixta, es decir varones y mujeres, y ya estamos trabajando en que muchas familias puedan conocer que estamos aquí y que podemos ofrecerles este servicio de internación, que si bien es cierto es el último recurso en un tratamiento de adicciones, porque cuando ya han fracasado todos los otros tratamientos anteriores recién se recomienda la internación.

-Estos casos necesitan de la voluntad del paciente, ¿qué se puede hacer si no quiere acceder a los tratamientos?

-Esa es una de las preguntas más frecuentes que tenemos porque muchos padres nos dicen que los chicos no quieren venir, ni siquiera a la consulta. Me preguntan cómo hago porque nos está robando en la casa, está cada vez más flaco, etcétera.

Nosotros para esos casos hemos diseñado junto con el equipo terapéutico constituido por psicólogos, médicos, operadores socio terapeutas y trabajadores sociales, la visita a la casa. No vamos todos juntos, sino en días separados y empezamos a tener reuniones con el paciente y empezamos a ganar el vínculo para lograr la adherencia. Una vez que lo logramos, podemos ofrecerle cualquier opción terapéutica, sea la de internación o la de un tratamiento ambulatorio.

Por la gran cantidad de casos de este tipo que recibíamos, hemos tratado de enfocarnos en solucionar este problema porque es una patología que no tiene demanda. El chico no busca, los que buscan son los familiares. No hay demanda por parte del mismo paciente la mayoría de las veces y por eso es importante buscar la manera de ayudar a la familia.

-¿Los tratamientos tienen un tiempo determinado? Porque hay muchos casos de reincidencia...

-Nuestro plan terapéutico dura entre seis a nueve meses. Lo que siempre decimos nosotros es que no damos el alta, sino que reconocemos el alta. Es decir que no se trata de un tiempo cronológico sino que los pacientes o los residentes de la comunidad terapéutica van alcanzando los objetivos y a medida que lo hagan, independiente del tiempo cronológico, puede haber altas.

-¿Todas las personas que consumen son adictos?

-No. Hay tres escalones en el consumo. El primero es el uso, que son las personas que consumen de vez en cuando, cada 15 días o en un evento especial. El segundo es cuando ya lo hacen todos los fines de semana, aquí ya estamos en el abuso. Y la última etapa es la adicción que es cuando la persona ya no lo puede manejar y lo hace todos los días de la semana, cuando no pueden sostener el estudio; en el caso de las personas que trabajan, tienden a perder el trabajo porque no lo pueden sostener; y también aparecen los conflictos familiares que son también insostenibles.

Entonces, es adicta aquella persona que está en el tercer estadio, no en el primero ni en el segundo.

-¿El alcoholismo es inductor de otras adicciones?

-El alcoholismo es la peor sustancia, aun superior a la pasta base. Los estragos que produce en la familia, los accidentes de tránsito, es muy grande. El problema que nosotros tenemos tanto en el alcohol como en la marihuana, es la naturalización de nuestra sociedad. Es decir, las personas lo toman como sinónimo de fiesta, de alegría, como algo que hay que hacer sí o sí y no ven el aspecto negativo.

Entonces hay una falta de problematización por parte de las familias argentinas, por eso es tan importante que se trabaje en la prevención del alcoholismo también porque es lo que lleva al consumo de otro tipo de sustancias psicoactivas.

-Muchos consideran a la marihuana como una droga blanda, ¿esto es así?

-La marihuana, más ahora que salió el aceite de cannabis y esas cosas, es como que ha tenido de repente una prensa muy pro consumo. La famosa frase "es una plantita que da la naturaleza" o "Dios la creó", en realidad son excusas porque la marihuana es una planta que produce estragos en el organismo y en el cerebro de una persona. Modifica muchas funciones dentro del cuerpo y sobre todo el tema de la memoria.

Los chicos que consumen marihuana abandonan el colegio porque no pueden retener ni siquiera lo que han leído cinco minutos atrás, y a veces ellos creen que eso se debe a su poca capacidad mental, pero la que produce ese efecto es la sustancia que está en ellos. Y no sólo eso, produce hasta alteraciones psicóticas. O sea que es una planta que produce mucho daño en el organismo, la mente y la relación de las personas.

La gente cree que es una planta de "paz y amor", de alegría y tranquilidad, pero ya están descriptos casos donde se comprueba que es todo lo contrario, que la marihuana estimula la violencia.

-¿Manejan estadísticas al respecto?

-Lo que a nosotros nos toca en las consultas es que cada vez es más baja la edad de inicio. Hemos visto chicos de 8 o 9 años consumiendo pegamento e incluso pasta base. Por lo tanto vemos que hay una disminución en la edad y esto es un fenómeno a nivel país.

Respecto a estadísticas, en nuestro país es muy difícil, inclusive en otras patologías que no son mentales, tener números fidedignos. En la provincia ocurre lo mismo.

Hay un observatorio a nivel nacional que está recogiendo algunos datos, pero generalmente hay un sub registro de esto, por lo tanto no se puede saber realmente la dimensión que se tiene porque muchas veces las familias lo ocultan.

-¿Qué mensaje le daría a la población para evitar el avance de esta problemática?

-Nosotros tenemos un programa de prevención de adicciones, tenemos la parte prestacional de la Fundación que consiste en los tratamientos ambulatorios que hacemos, inclusive el programa de Asistencia Móvil de Adicciones Comunitarias (Amac) que va el equipo terapéutico a la casa y también la internación en Yala.

Pero además tenemos un área que trabaja en prevención con charlas o talleres. Por eso invitamos a las escuelas o clubes a que nos contacten, que no hay ningún tipo de costo, tenemos materiales de soporte para brindarlos, así que todo con gusto vamos a recibir sus consultas.

-¿Algún contacto?.

-Mi número personal es 0387-154840000 para que la gente pueda contactar directamente conmigo por llamadas o mensajes. O también puede ir a nuestra oficina que está en calle General Arenales 1233, 2 C, en el horario de 10 a 14.

 

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