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LA QUIACA (Corresponsal) Nilda Mamani vecina de esta ciudad fronteriza dijo que saquearon y robaron dinero además de documentación que estaba en un puesto del mercado central.
La afectada apunto como instigador al jefe comunal quiaqueño y presuntos autores al secretario de gobierno Aurelio Barrientos y otros empleados del municipio.
Los hechos fueron denunciados a la Seccional 17º de policía quien investiga donde están los elementos que vendía la damnificada además del mobiliario y otros objetos de valor.
La vecina relato a nuestro medio que “es un atropello y persecución hacia mi persona, saquearon mi negocio que es el único sustento para vivir y poder estudiar” remarcó.
Al tiempo que añadió “entre las cosas que se llevaron tenía dinero y documentación, hasta ahora nadie sabe decirme donde están” sostuvo.
Mamani explico que en el mercado central donde tiene su puesto hay sereno por las noches “dejan todo con llave fueron los del municipio quienes prácticamente entraron a robar cuando no había nadie” indicó.
Relato la jornada anterior a lo ocurrido, quisieron clausurar su local arbitrariamente “vino la policía, jueza de paz Amelia Velázquez y jueza de faltas Carla España para desalojarme, es un negocio que mi papa construyo con sus manos una herencia de él, es injusto lo que me toca vivir”
Por otra parte aclaró “siempre pago mis impuestos no estaba gratis comencé a sufrir persecución desde que mi hermano impidió al intendente construir en unas tierras pertenecientes a la comunidad de La Quiaca Vieja” remarcó.
En el tramo final agrego “voy seguir denunciando esto hay muchas personas que sufren atropellos en La Quiaca pero prefieren callarse yo voy a seguir reclamando por lo que es justo hasta las últimas consecuencias” finalizó.
No es el único conflicto y denuncias hacia el municipio quiaqueño, precisamente vecinos de La Quiaca Vieja realizaron sendas presentaciones a la policía local y justicia, debido a que desde la comuna sin consulta alguna.
Maquinaria del municipio destruyo canales de riego y obras que riegan las huertas familiares de ese sector ubicado a unos pocos kilómetros del casco céntrico.
El conflicto recrudeció en los últimos días cuando comunarios y vecinos pusieron delante de la maquinas al ganado y exigieron los avales de la Dirección de Recursos Hídricos para emprender cualquier obra, ademas el permiso de la comunidad del lugar.