La noticia sobre la supuesta muerte de un salteño a causa de una picadura de garrapata, que luego fue desmentida, trajo a la escena dudas y temores en torno a la posibilidad del surgimiento de casos en Jujuy, ante la proximidad de las provincias.
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La noticia sobre la supuesta muerte de un salteño a causa de una picadura de garrapata, que luego fue desmentida, trajo a la escena dudas y temores en torno a la posibilidad del surgimiento de casos en Jujuy, ante la proximidad de las provincias.
Para entender un poco sobre la rickettsia rickettsi y la probabilidad de su aparición, El Tribuno de Jujuy dialogó con el director de Sanidad, Carlos Ripoll, quien brindó detalles acerca de los registros existentes. "La rickettsia es una patología endémica presente en la provincia. Nosotros la detectamos por primera vez en Argentina a mediados de los 90, a raíz de unos casos que tuvimos, principalmente el de dos hermanitos que fallecieron en un lapso de 10 días", expresó el funcionario.
Este fatal hecho derivó en una serie de investigaciones y estudios al respecto, ya que "no sabíamos que era lo que había producido el desenlace fatal, porque hasta ese momento era una enfermedad desconocida".
En esa búsqueda, se empezó a trabajar sobre los primeros cinco o seis casos con sintomatología similar, de los cuales dos habían tenido como resultado la muerte y todos, contaban con el antecedente de picadura de garrapata. Por eso "comenzamos a pensar en una fiebre transmitida por garrapatas. Hicimos una encuesta fundamentalmente en la zona donde vivían estos dos niños y en localidades aledañas, y pudimos determinar que se trataba de infecciones por rickettsia rickettsi", sostuvo el director y mencionó que esta patología fue descubierta por la Universidad de Cornell y el Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos quienes la bautizaron como Fiebre de las Montañas Rocosas "porque ahí fue donde se detectaron los primeros casos".
Tras el descubrimiento, los investigadores jujeños capturaron una gran cantidad de ejemplares de amblyomma cajennense (una especie de garrapata) que vive en la zona de las yungas jujeñas y en las que luego de varios estudios, "pudimos comprobar el genoma de la rickettsias en su interior. Así teníamos la confirmación de los casos humanos y la confirmación del transmisor".
A partir de ese primer reporte, destacó Ripoll, empezó a estudiarse con más detalle e intensidad a las garrapatas que podían ser transmisoras de enfermedades humanas, debido que hasta ese momento, existían estudios muy interesantes y completos hechos por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), en conjunto con universidades, pero siempre referidas a las garrapatas como plaga animal. "Ese fue el primer registro que se realizó en Argentina sobre las garrapatas como transmisoras de enfermedades humanas y nosotros pasamos a denominarla como Fiebre Manchada Argentina", relató el funcionario.
Desde esa año (1994) a la fecha, según detalló el profesional, Jujuy registró un total de 29 casos, siendo el último de ellos detectado a fines de 2017. "Esta es una enfermedad endémica, es decir que está siempre acá, por lo tanto no es de sorprenderse. Lo que pasa es que es de baja ocurrencia, o sea que hay muy pocos casos", refirió el director quien precisó que del total de los enfermos comprobados, "el 52 por ciento fue mortal".
Consultado sobre las zonas donde vive el vector, Ripoll informó que de acuerdo a las investigaciones realizadas se confirmó su presencia principalmente en las Yungas (Libertador, Ledesma, Santa Bárbara, San Pedro) y los sectores de transición de Yungas y monte chaqueño como la de Palma Sola, aunque también se detectó en Ocloyas y Tiraxi.
En ese orden, el director instó a la población a tomar precauciones si van a visitar las zonas de alta transmisión: utilizar mangas largas y repelentes en las zonas descubiertas, sobre todo los que tengan Deet.
Detección precoz
El director provincial de Sanidad, Carlos Ripoll, recalcó que no existe una vacuna o dosis que permita prevenir esta patología, puesto que se trata de una enfermedad “inmuno prevenible”, por lo tanto la principal y única arma de lucha es la detección temprana.
“Es importante saber que la rickettsia rickettsi es una de las enfermedades infecciosas más letales que existen, si no se hace el tratamiento adecuado”, advirtió el funcionario, quien comentó que se trata de una bacteria que no genera resistencia a los antibióticos, por lo que el tratamiento precoz tiene resultados completamente efectivos.
El problema, apuntó el experto, es que suele confundirse con otras enfermedades porque al inicio, “no presenta la manifestación cutánea bastante típica de la patología, que son manchas hemorrágicas en la piel, por eso suele confundirse con cualquier cosa, desde una influenza, hanta virus, dengue, chicungunya, gripe”.
En ese marco comentó que de acuerdo a un estudio realizado en México sobre más de 200 casos, aquellos pacientes que recibieron el tratamiento antes del quinto día de inicio del síntoma, no tuvieron ninguna mortalidad; los que lo recibieron entre el quinto y séptimo día tuvieron un 30 por ciento de mortalidad; mientras que los que tuvieron después del día siete alcanzaron casi un 55 por ciento de mortalidad. Por lo mismo, “es fundamental el diagnóstico de sospecha y ante eso, indicar el tratamiento”, insistió Ripoll.
“Entonces, acá es imprescindible tener presente que si soy una persona que está trabajando en el campo o fui a pescar o de picnic a una zona donde es posible que hayan garrapatas, si me picaron y comienzo con fiebre, inmediatamente debo consultar y asistir a un centro médico. Y el profesional debe tener en cuenta ese antecedente de la picadura de garrapata, para dar inicio al tratamiento con el antibiótico correspondiente, sin esperar los resultados de laboratorio”, resaltó el director, a la vez que señaló que en lo que va del 2018, “tenemos aproximadamente cinco casos sospechosos”.