Con misa, acto protocolar y otras actividades culturales, las comunidades de La Ciénaga, Patacal y Quisquiri (Cipaqui) celebraron en la mañana del sábado sus fiestas patronales en honor a Nuestra Señora del Rosario.
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Con misa, acto protocolar y otras actividades culturales, las comunidades de La Ciénaga, Patacal y Quisquiri (Cipaqui) celebraron en la mañana del sábado sus fiestas patronales en honor a Nuestra Señora del Rosario.
Los vecinos de la zona y los invitados que arribaron desde distintos lugares se reunieron poco después de las 10.30 frente al salón comunitario de La Ciénaga, ubicado a 8 kilómetros de Purmamarca.
Allí en medio de los cerros de color ocre y un cielo azul celeste izaron el Pabellón Nacional y posteriormente entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino para dar lugar a palabras alusivas.
"Hoy le pido a la Virgen del Rosario que nos ilumine para que sigamos trabajando unidos junto a todos los productores y la comunidad. El municipio tiene las puertas abiertas para todos", sostuvo el comisionado municipal, Oscar Tolaba.
Felisa Mercado, representante de la comunidad, expresó: "Agradezco a todos los que vinieron a compartir junto a nosotros este día. Como comunidad tenemos muchos proyectos y hoy le pedimos a nuestra patrona para que nos ayude a concretarlos. Espero que tengan una linda jornada".
Santa misa
Luego de ello se trasladaron hacia el atrio de la pequeña capilla para la celebración de la santa misa que estuvo presidida por el padre Mario Valdivia.
Tras la homilía, el sacerdote brindó un mensaje para los vecinos destacando que "las comunidades tenemos que vivir como en familia, trabajar juntos sin tratar de imponerse a lo que piense el otro. Le pedimos a María que nos siga acompañando para doblegar los esfuerzos y seguir trabajando por nuestra familia que vive en la casa y por nuestra familia grande que es la comunidad".
Con la bendición de Dios, los feligreses partieron en procesión llevando en andas a la imagen de la santa patrona hacia el cerro mirador del pequeño pueblito. La banda de sikuris acompañó todo el trayecto, al igual que los sonidos del erke y el bombo. Cerca de las 14 retornaron al salón comunitario para compartir un delicioso almuerzo y cantar el cumpleaños a la Virgen.
Por la tarde compartieron actividades recreativas como partidos de fútbol y sorteos de rifas y bono contribución por el Día de la Madre.