Paro nacional, muchedumbre, "Si reprimimos será una masacre", "liberen a Perón", "Tráiganme urgente a Perón", Isla Martín García - Plaza de Mayo, "Hay que llamar a elecciones", "Perón, Perón…", "compañeros pueden retirarse en paz a sus hogares".
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Paro nacional, muchedumbre, "Si reprimimos será una masacre", "liberen a Perón", "Tráiganme urgente a Perón", Isla Martín García - Plaza de Mayo, "Hay que llamar a elecciones", "Perón, Perón…", "compañeros pueden retirarse en paz a sus hogares".
Aquel 17 de octubre de 1945 quedó en la memoria de millones de argentinos que la consideran una fecha épica para nuestra nación. Y no es para menos, fue verdaderamente una multitud la que ese día se movilizó para pedir por un hombre que, para ellos, podía encaminar a la Argentina. Y no se equivocaron.
Todo arrancó desde muy temprano, cuando la luz del día empezó a alumbrar; niños, jóvenes y adultos comenzaron a reunirse. Y no solo fue en Buenos Aires, fue en todo el país.
El punto central era la Plaza de Mayo que de a poco se fue colmando. Llegó gente de diferentes puntos de la República y bajo una misma consigna se conglomeraron haciendo flamear una bandera que tiempo después se llamó Justicialismo, en ese momento no tenía ese nombre.
¿Qué fue lo que había provocado tan inmenso movimiento social? Un acto criminal. Semanas atrás, militares del Gobierno con el consentimiento de Edelmiro Farrell, presidente de facto en ese entonces, habían detenido sin causa alguna al Coronel Juan Domingo Perón, aún no era General.
Quizás esos actos eran comunes en esa época, pero no se percataron que ese tal Perón (vicepresidente, secretario de trabajo y previsión social, y ministro de guerra) había sido muy gentil con los más necesitados y por eso lo respaldaban tanto. Era un militar con ideas nuevas, con ideas sociales y con ideas de Justicia. Atacaba a la pobreza y no tenía prejuicios sociales. Dicen que también lo encarcelaron por tener una relación amorosa con una actriz llamada María Eva Duarte que estaba mal vista por los milicos de élite. Por la condición social de ella.
A medida que la plaza se fue colmando, la tensión crecía en las autoridades del Gobierno, a tal punto que realizar un acto represivo podía ocasionar una masacre, por eso decidieron no hacerlo. Farell, nervioso, asombrado y perplejo, tenía que tomar una decisión urgente. Acorralado por los gritos de esa muchedumbre, dio la orden de liberar y traer a Perón que estaba preso en la isla “Martín García”.
Firme y sin ganas de irse, la multitud continuaba aclamando el nombre del entonces Coronel. Parecía que nada iba a frenar esa marea de cánticos y solamente él podía calmarlos. Ya reunido con Farrell, hicieron un “pacto de hombres”. Perón los mandaba a casa y él se comprometía a llamar a elecciones cuánto antes. Ambos cumplieron la promesa.
Cuando Perón salió desde el balcón de la Casa Rosada surgió un partido político, un movimiento masivo y un momento de la historia argentina que marcó lo que pasó después y lo que sucede ahora en nuestro país.
Como cuando se conmemora un día histórico, cantaron el himno nacional, y luego les dijo: “compañeros, pueden retirarse en paz a sus hogares”. Ellos se fueron, después lo votaron y le fueron leales siempre.
Él les dio derechos y junto a su esposa “Evita”, cobijaron en un hogar a los más desprotegidos y les dieron un trabajo digno. Algo que, en su vida, nunca antes tuvieron. El 17 de octubre de 1945 fue el principio del Peronismo.