En un clima de profunda recesión, que ha sido admitido por el Gobierno nacional en los últimos meses, por estas horas el Presupuesto 2019 se encuentra en el interior del Congreso, a la espera de continuar siendo debatido.
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En un clima de profunda recesión, que ha sido admitido por el Gobierno nacional en los últimos meses, por estas horas el Presupuesto 2019 se encuentra en el interior del Congreso, a la espera de continuar siendo debatido.
El recorte recae fundamentalmente sobre la obra pública (-0,5 puntos del PBI, que equivalen a $92.077 millones).
Las críticas al proyecto del Gobierno se hacen sentir, la oposición que rechaza de pleno el plan del Gobierno en la distribución de los fondos nacionales para el próximo año lo califica duramente como el "proyecto del Ajuste".
También son muchos los especialistas en economía que insisten en rechazar la iniciativa del Ejecutivo. Para la mayoría de ellos, el Gobierno nacional está proponiendo una "política severamente contractiva" que revela un fuerte recorte en áreas sociales.
Con datos más precisos, un análisis conjunto del Instituto Pensamiento y Políticas Públicas y el Instituto de Estudios Sobre Estado y Participación, al que tuvo acceso El Tribuno de Jujuy, se espera una fuerte crisis en las principales actividades económicas. Según el estudio que se difundió en los últimos días, el presupuesto prevé un recorte en los principales programas destinados a la generación de empleo y gasto social.
Con los datos que se desprenden del proyecto oficial y según el análisis, la construcción sería el sector más afectado, ya que la propuesta oficial propone una reducción de casi 18 mil millones de pesos (en términos reales) en las partidas destinadas a Vivienda y Desarrollo Urbano.
Del análisis, también surge la existencia de fuertes recortes en el gasto social correspondientes a prestaciones de la Seguridad social, Educación, Salud, Promoción y asistencia social.
En el Presupuesto 2019 existe una reducción en la cantidad de prestaciones de la seguridad social (el número de beneficiarios). El estudio sobre el cuadro de beneficiarios de Prestaciones no contributivas y de Asignaciones familiares arroja que en 2019 habrá 254.381 personas menos que reciban alguna de estas prestaciones. Las principales bajas se dan en las asignaciones por hijo (casi 130 mil) y por ayuda escolar (95 mil). Entre las PNC, se destacan las bajas de pensiones por invalidez (16 mil) y a madres de siete o más hijos (7.230 menos).
En cuanto a la Educación, el Ejecutivo dispone en su proyecto fuertes recortes que afectan a los principales programas del área. Se dispone un 33% para Desarrollo de Educación Superior, 20% para el Fondo de Incentivo Docente y un 76% en el caso de Infraestructura y Equipamiento. El trabajo de investigación indica que para mantener el presupuesto de este año, se deberían destinar en 2019 unos 10.970 millones de pesos. En cambio, sólo se le asignan 2.615 millones: un recorte de más de 8.300 millones.
La Salud es sin dudas una de las prestaciones que sufrirá un mayor ajuste, el Gobierno solo destina un 0,8 % del PBI. Según una comparación de la Fundación Soberanía Sanitaria, de cada 100 pesos, solo el 3,5% se propone gastar en salud, lo que implica que se destinarán menos recursos para medicamentos, para métodos anticonceptivos, para diagnóstico de infecciones de transmisión sexual y para la formación de equipos de salud desde una perspectiva comunitaria. La reducción presupuestaria debilita la Atención Primaria de la Salud.
En síntesis, el rasgo central que define al Presupuesto es el "Ajuste", en palabras de los especialistas. Afirman que hay un fuerte impacto sobre las cuentas fiscales de nada menos que $653.587 millones, de los cuales $82.710 millones es el nuevo ajuste del 2018 y para el 2019 el ajuste alcanza a $570.876 millones.
El Gobierno por su parte y en su defensa definió su proyecto como "el único camino posible" para el crecimiento del país.
Afecta también a las provincias(reducción de -0,7 puntos del PBI para los subsidios de transporte y energía).
Crecimiento sin fin
La decisión del Gobierno nacional de recurrir al endeudamiento público para, según su análisis, estabilizar las cuentas del país, parece ser una política errada para el financiemiento del país.
Analistas reconocen que era necesaria una reforma fiscal, pero que esta debía ser progresiva y “que capture mayores recursos en los estratos de la sociedad que acumulan riqueza y patrimonio”.
Sin embargo, el Gobierno de Macri optó llevar adelante una política de endeudamiento a niveles superiores a los de la década del noventa e incluso superior a la de la Dictadura militar .
Así, el proyecto dispone una cuenta de intereses por pago de deuda que supera el total del recorte comprometido ( $653.587 millones). Se trata de $746.389 millones, que superan ese monto.
Para este análisis, los economistas explican que la expansión de los intereses por deuda pública es notoria: al 2015 representaba el 7,7% del total del Gasto Público, y para el 2019 representa el 17,9%. Se trata de un crecimiento de deuda por un total de 132% en cuatro años.
En este marco, el acuerdo con el FMI es una suerte de “respirador artificial” que pospone la necesaria nueva reestructuración de la deuda para después de las elecciones, según explican los especialistas.
Cuando se discuta el presupuesto para el año 2020, considerando que los intereses del 2019 se pagan con nueva deuda, el capital adeudado crece y la partida de intereses del presupuesto del 2020 serán mucho mayores aún que la correspondiente a este año.
Es esta política de exponencial endeudamiento público el que hace sentir sus efectos en las cuentas presupuestarias presentadas por el Gobierno nacional y las que afectan directamente al bolsillo de todos los argentinos.