La fundación "René Mey’ surgió en México en el 2007 y tras llegar abrir sedes en Latinoamérica y llegar a nuestro país, abrió sus puertas en Jujuy en el año 2011. La misma es encabezada por René Mey, un francés considerado vidente y sanador por sus seguidores, que impartió en ellos sus técnicas para lograr que aquellos que poseen un padecimiento puedan apaciguarlo.
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La fundación "René Mey’ surgió en México en el 2007 y tras llegar abrir sedes en Latinoamérica y llegar a nuestro país, abrió sus puertas en Jujuy en el año 2011. La misma es encabezada por René Mey, un francés considerado vidente y sanador por sus seguidores, que impartió en ellos sus técnicas para lograr que aquellos que poseen un padecimiento puedan apaciguarlo.
En nuestra provincia, los voluntarios que realizan esta labor lo hacen con hombres y mujeres que sufren de una enfermedad o se encuentran atravesando un problema mental y emocional. Esa una terapia que los ayuda a superarse.
"Nosotras somos voluntarias que nos fuimos formando hace años atrás y hacemos una labor humanitaria mediante terapias gratuitas que nos enseñó una coordinadora internacional de la fundación. Bajo las enseñanzas de René Mey capacita a otras personas para que puedan realizar este acto", mencionó, en dialogo con El Tribuno de Jujuy, Claudia Danert, que es quién tuvo la iniciativa de instalar la sede en Jujuy.
La enseñanza de esta labor se da a partir de diferentes tipos de ejercicios que tienen como fin ayudar a la otra persona, lo primordial para ellos es, "brindar amor incondicional y dar sin esperar nada a cambio", dicho con las palabras de sus voluntarias. Es una forma de hacer voluntariado mediante una técnica que tiene su parte espiritual y científica, "lo hacemos para lograr paz o una mejora física en alguien que nos necesita. La primera terapia que nos enseñaron se llama ’regeneración celular’. La misma se realiza tocando ciertos puntos de la columna vertebral, el sistema nervioso central y periférico del cuerpo humano", sostuvo Patricia Ríos.
Asisten frecuentemente a hospitales y sanatorios para ayudar a pacientes que se encuentra atravesando un problema de salud "cuando realizamos la técnica, muchas personas vuelven a estar en paz consigo mismo, las células se empiezan a regenerar. Son pequeños golpecitos y masajes en la espalda y en las manos, en la cabeza también, siempre depende de qué tipo de terapia se implemente", explicó Danert.
VOLUNTARIAS/ CLAUDIA DANERT Y PATRICIA RÍOS ENCABEZAN LA FUNDACIÓN EN JUJUY.
Otra técnica se llama "expresión celular" y se relaciona con tocar los centros energéticos, haciendo énfasis en la parte localizada del golpe o enfermedad, en el lugar de la dolencia. Se basa en la parte emocional y energética de las células, comentaron.
También existe la terapia RM, "tiene que ver con la energía electromagnética que tienen las personas, es sin tocar a las personas, y sirve mucho para las personas que no pueden ser tocadas por su estado de salud", añadió Ríos.
Mediante ello buscan el bienestar en el otro y que supere todo tipo de padecimientos, consideran que es una medicina complementaria a la tradicional. "Hay personas con cáncer que se sienten en paz por medio de estas técnicas, y ese es nuestro fin. Hasta creemos que darle paz al enfermo lo va a ayudar a luchar con más fuerzas contra esas patologías terminales", señaló Patricia Ríos.
En alusión a eso, contó una experiencia que atravesó hace unos años. "Me tocó darle terapia a una joven que tenía un diagnóstico de cáncer de colon con metástasis en el hígado, tenía 31 años. Le daban seis meses de vida, todos los días yo iba a su casa a hacerle terapia, y no sólo a ella sino también a su hijo y esposo. Así la mujer vivió tres años. La terapia ayuda mucho a minimizar el efecto secundario de una quimioterapia. Todos esos efectos disminuyen mucho con estas técnicas".
La fundación tiene una sede en cada provincia. Las voluntarias son las instructoras en el norte argentino y realizan viajes como ser a Salta, Catamarca y La Rioja a dictar talleres sobre esta actividad y van enseñando la técnica.
El fundador
René Mey nació en Grillón, Francia. Luego se radicó en México y es ahí donde creó la fundación que lleva su nombre. También fundó hospitales para aquellos que viven en la pobreza a fin de buscar tratamiento para enfermedades graves.
Ofrece seminarios y talleres sobre espiritualidad y meditación. La película "El más allá de la luz" se basó en su vida y en sus esfuerzos espirituales. Vive y trabaja en México, donde su organización dirige centros y talleres comunitarios. También imparte conferencias públicas, que se han presentado en estadios con hasta diez mil personas. Además fundó el movimiento del Día de la Buena Acción. Aboga por la transición a estilos de vida saludables y al pacifismo, y cree que el "amor incondicional" puede curar enfermedades que de otra manera no serían tratadas. También, afirma que la contaminación y el estrés están causando un mayor nivel de enfermedad en la sociedad moderna.
Las actividades de la fundación
CAPACITACIÓN/ TAMBIÉN ENSEÑAN LAS TÉCNICAS A LOS QUE QUIERAN SUMARSE
Desde la fundación "René Mey’ dictan talleres gratuitos a los interesados en sumarse, también brindar terapias gratuitas generalmente en hospitales y clínicas. Los miércoles llevan a cabo una meditación junto a otra fundación que se llama "Casa de los Ángeles", ellos les prestan espacio. Desde las 18 hasta las 20 hacen terapia y también meditan junto a René Mey. Otra de las actividades que realizan en invierno es salir a brindar café, ropa y comida a las personas en situación de calle de la capital jujeña. Junto a un mensaje de paz. También sumaron fuerzas cuando ocurrió la catástrofe en Volcán, fueron dos días al lugar y estuvieron junto a las personas que fueron damnificadas por el alud ocurrido en 2017. "Meditamos, dimos terapia a las personas del lugar y también a todos aquellos que estuvieron trabajando arduamente en la zona. Este año visitamos Aguaray, Salta, a entregar donaciones. Visitamos una comunidad Wichi, y estuvimos ayudando a las familias de allí", mencionó Claudia Danert.
Los que quieran sumarse pueden hacerlo, necesitan voluntarios activos. En la provincia hay aproximadamente 400 que fueron formados por ellas, pero activos y comprometidos son solo 20. Quieren tener su propio lugar, por ello piden apoyo, "nuestro sueño es tener una casa donde las terapias se hagan las 24 horas del día porque ayuda mucho a las personas que sufren de depresión, a los jóvenes que son adictos, a aquellos que padecen de stress, ayuda a todos los que estén pasando por un momento difícil. Estamos buscando una casa para tenerla abierta las 24 horas", indicó Ríos. Para sumarse o informarse sobre la fundación se encuentra disponible el número 388- 4382895.
"En ayudar al otro, le encontré el sentido a la vida"
DISPUESTOS A AYUDAR/ EN JUJUY EXISTEN VOLUNTARIOS EN VARIAS LOCALIDADES DE LA PROVINCIA.
Para explicar el origen de la fundación en nuestra provincia, Claudia Danert relató a nuestro matutino la vivencia que la incentivó a crear la sede.
"En la búsqueda de mi misma, buscándome y tratando de encontrarme me invitaron a un taller en Salta en el año 2011, fui y me gustó muchísimo.
Me hizo terminar de entender que nosotros no venimos al mundo sólo a cumplir un ciclo biológico, nacer crecer, reproducirse y morir.
Yo en eso no le encontraba un sentido a la vida, y en ayudar a la otra persona, lo que más nos enseña la fundación, encontré el sentido a la vida".
Fue así que surge esta iniciativa en nuestra provincia.
Luego, empezó a interiorizarse sobre la institución, hizo las gestiones pertinentes y logró traer a la coordinadora para que enseñe la técnica en Jujuy, y así se fueron capacitando voluntarios
En el año 2016, René Mey vino a Jujuy, estuvo en el estadio de la Federación de Básquet.
Hizo sanación a todas las personas que llegaron desde diferentes puntos de la provincia y dio un mensaje de paz. Este año visitó Buenos Aires, Mendoza y Chubut.
En relación a este aporte espiritual que ofrece René Mey, Claudia Danert reflexionó lo siguiente:
"El mensaje que René nos da es que venimos sin nada y nos vamos sin nada.
Lo único que nos queda son los hechos que hicimos en otras personas. Cada uno de nosotros podemos poner un granito de arena primero para cambiar nosotros y luego para cambiar la humanidad".
No hay amor sin hechos
Por su parte, Patricia Ríos dijo que "no hay amor sin hechos, día a día debemos ayudar al otro, aunque sea al vecino o simplemente saludar y ser amable con alguien.
Recuerdo que cerca de mi casa había un grupo de jóvenes que se alcoholizaban todo el tiempo, todos les tenían miedo y nadie los saludaba.
Yo empecé a hacerlo y los fui aconsejando, y de a poco fueron saliendo de eso".